viernes, 18 de diciembre de 2009

Anular y rebelarse

A los trabajadores de Chile, a la izquierda revolucionaria, a los auténticos Comunistas con y sin partido:

El resonante triunfo de la derecha en la contienda presidencial golpeó a la Concertación y sus aliados. Ahora todas las fuerzas en disputa se alinean y preparan las condiciones para lo que consideran una batalla decisiva. Pero los verdaderamente marginados y excluidos, los más explotados y perseguidos, poco o nada tienen que ver con el escenario actual. El 47% de las chilenas y chilenos en edad de votar no se inscribieron, no votaron o entregaron su voto en blanco o anulado, demostrando su desconfianza y repudio al sistema electoral impuesto por la dictadura.
El que todavía gravite una derecha pujante, a 19 años de la salida del dictador desde La Moneda, es resultado del pacto entre la Concertación y la cúpula político empresarial del militarismo, con el que el bloque oficialista vendió su alma a cambio de las cuotas de poder que ha ostentado los últimos 20 años. Cuotas de poder a cambio de mucha impunidad respecto a los violadores de los derechos humanos, a cambio de mantener las mismas Fuerzas Armadas que ejercieron la dictadura, con pequeñas modificaciones de estilo, pero sin cambio alguno en la esencia.
Cuotas de poder a cambio de desmovilizar al pueblo organizado que se alzaba contra el tirano. Cuotas de poder negociadas en reuniones efectuadas en Washington y en la embajada de EE.UU. en Chile, por algunos conspicuos personeros de la entonces naciente coalición oficialista, a mediados de los años ochenta. Cuotas de poder y posibilidades de lucro personal a cambio de cogobernar con los grandes grupos económicos nacionales y transnacionales. Cuotas de poder a cambio de no tocar las leyes secretas de la dictadura. Cuotas de poder, a cambio de no terminar para siempre con la Constitución de 1980.
Por esos pactos secretos debieron rescatar al dictador de la justicia internacional y mantener la protección a centenares de autores directos, encubridores, cómplices y autores intelectuales de miles de crímenes de lesa humanidad. Han llevado a los trabajadores a las condiciones laborales imperantes a comienzos del siglo XX. Hoy la inmensa mayoría de quienes viven de un salario debe laborar un promedio de 12 horas diarias para acceder a un sueldo de subsistencia familiar. No se cumplen los convenios internacionales de protección, como el 87 y 98 de la Organización Internacional del Trabajo, que garantizan el derecho a sindicalizarse libremente, a negociar colectivamente y a ejercer la huelga.
Los gobiernos de la Concertación profundizaron las privatizaciones, convirtiendo al país en un gigantesco mall. Todo se comercializa y tiene precio, entre otros la educación, la salud, la previsión.
No. Definitivamente esta realidad que se pudre no la crearon los pobres de Chile. No la crearon sus pueblos vilipendiados. No la creamos los ofendidos. Que ellos, los dueños del poder, se las arreglen solos para resolver sus diferendos. Mejor aún, que se vayan del poder y lo dejen en manos del soberano, el pueblo.
Por todo lo señalado, el Consejo Nacional de Comités Comunistas mantiene su llamado a votar nulo en segunda vuelta. El pueblo no es responsable de los pactos y juegos espurios entre los bloques y grupos de poder. Los trabajadores y pueblos de Chile deben, por su parte, organizarse y luchar en forma inmediata por la defensa de la Educación Pública, por la renacionalización de la minería del cobre y de los servicios básicos, por un salario mínimo de $350.000, por una Asamblea Constituyente que dé origen a una nueva Carta fundamental.
El resultado electoral del pasado domingo 13 de diciembre, ha consagrado el pacto que lapidó el proyecto político revolucionario erigido por Luis Emilio Recabarren a comienzos del siglo XX y entregó, atada de pies y manos, la organización que impulsó la Rebelión Popular de Masas contra la dictadura. Ya no es cuestión de nombre, ni de símbolos, es asunto de esencia y carácter, porque el resultado de la contienda electoral consolidó el mayor triunfo del sistema electoral binominal.
Con la incorporación de tres diputados representativos del viejo partido comunista, está claro que lejos de haber derrotado al sistema binominal y la exclusión, se confirmó todo lo contrario. La presencia en el parlamento de diputados identificados con esa organización, expresa el éxito del sistema que dicen combatir los elegidos. En los hechos, la vieja colectividad consolidó un proceso de integración al bloque oficialista y acepta a plenitud la institucionalidad vigente. Estos parlamentarios no podrán obrar como lo dijera Recabarren en su célebre texto: “Los representantes comunistas en el Parlamento”, escrito en abril de 1922, donde enuncia: “El objeto que nos lleva al Parlamento, a la Cámara de Diputados o al Senado, es única y exclusivamente conquistar una posición más para nuestra propaganda revolucionaria, antiparlamentaria, anticapitalista, y de ataque directo al estado burgués y a sus instituciones decrépitas.
Un representante comunista no va al Congreso a hacer política, a cooperar con los burgueses, a pedir empleos, a mendigar sueldos, o a intrigas entre pasillos.
El parlamentario comunista investido de la representación de un partido serio que encierra en sí las aspiraciones y la voluntad de las masas ya no sumisas; va a la Cámara a destruir, a despedazar con su crítica libre y severa, la dialéctica jesuítica y sofística, de los representantes burgueses; y a iluminar, con el resplandor de la doctrina comunista los problemas vitales que nos acosan.
El representante comunista en la Cámara, sigue siendo antiparlamentario, sigue combatiendo el parlamentarismo; y sus ideas en el Congreso, no difieren de las que expresara en vísperas de elecciones, y en su vida privada, ante sus electores”.
Nada de ello son y serán los parlamentarios del antiguo partido comunista. Especialmente cuando se redujo a la vieja organización a su más mínima expresión orgánica y capacidad para encabezar las luchas sociales por las demandas más sentidas de nuestro pueblo. Peor aún, cuando los trabajadores han sido testigo de como los dirigentes sindicales leales al aparato de dirección, bajaron la huelga de los subcontratistas de CODELCO, para no hacerle olitas al gobierno y no afectar el pacto con la Concertación. O con el más reciente paro de los trabajadores forestales, donde en doble instancia, la Confederación Nacional de Trabajadores Forestales, presidida por un integrante del Comité Central de la colectividad, afiliado a la estadounidense AFL-CIO, primero bajó un paro y luego se abocó a descalificar a los trabajadores que lo retomaron por encima de la mesa en que negociaba la CNTF.
Carmona y Tellier resultaron electos por efecto del pacto con la Concertación (no así el compañero Hugo Gutiérrez, que triunfó a pesar de que desde la cúpula del aparato no recibió ayuda alguna), pero no lograron doblar en sus distritos. Para lograr su meta, junto al resto de la cuadrilla, liquidaron gradualmente la organización, en un proceso que comenzó a mediados de los años ochenta con medidas para desmovilizar al FPMR, el paulatino desarme y desarticulación de toda capacidad de lucha armada; pero además la instauración de una incondicional red de dirigentes sindicales que han sofocado todo atisbo de lucha en cada frente que les ha sido posible.
La presencia de ambos parlamentarios tuvo y tiene un elevado costo que no vacilaron en pagar y comprometen a toda la organización. Ahora ya no están excluidos en forma personal. Ahora cuentan con un lugar en el banquete. Los trabajadores y el pueblo, poco o nada pueden esperar de ellos.
Junto con eso, el viejo partido arriesga perder su legalidad pues no eligió 4 parlamentarios ni mantuvo el 5% de los votos, como lo exige el Servicio Electoral. Por eso intentan la leguleyada para no desaparecer, de inscribir un “Partido de los Trabajadores de Chile” y fusionarse con él.
Más que nunca ha quedado en evidencia la ruptura de la cúpula dirigente del viejo partido comunista con los principios fundacionales de la organización. Sólo pretenden conservar la marca para beneficio de sus operaciones, pero nada tienen que ver con la razón de ser de la organización comunista, que es hacer la revolución, terminar con el capitalismo, construir el socialismo y finalmente la sociedad sin clases del comunismo. Estas son las ideas por las que cayeron centenares de compatriotas, comunistas ejemplares, cuyos nombres son enarbolados por estos aprendices de mercaderes de la política para lograr mezquinas prebendas. O quizás para servir a un amo desconocido, pero fácil de adivinar.
Los comunistas seguimos de pie. Más comprometidos que nunca, organizados en Consejos y Comités. En esta naciente organización vive el apego a los principios, la lealtad incondicional al pueblo y los trabajadores, expresada en la Política de Rebelión Popular de Masas, que consideramos corresponde –actualizada de acuerdo al escenario vigente- al camino más decidido para la emancipación de los explotados. Aquí tienen su espacio los miles de compañeros que desencantados por la conducta vergonzante de la cúpula partidista y sus sirvientes, se han quedado a la orilla del camino. Sabemos que hay más grupos de comunistas reflexionando, dentro y fuera del mal llamado partido comunista dirigido por un grupo que hace años dejó de serlo. Todos ellos caben en los Comités Comunistas y sus Consejos. Con todos debemos construir este nuevo espacio de los Comunistas que aun sueñan, organizan y luchan para transformar profundamente nuestra patria. A todos estos Comunistas invitamos a unir voluntades y esfuerzos para caminar, junto a otros revolucionarios, en pos de levantar la alternativa de los pueblos y los trabajadores.
A 26 años del primer apagón nacional que iluminó la rebelión popular expresamos, más convencidos que nunca, que el único camino de liberación se abre junto al pueblo, confiando en él, entregándole el poder al soberano.
El único derecho que le queda al pueblo es el derecho a rebelarse frente a toda injusticia.
Unidad y lucha para transformar la patria.
¡Con la razón y la fuerza, venceremos!

Consejo Nacional de Comités Comunistas
Santiago, diciembre 14 de 2009.
A 26 años de la aparición pública del FPMR

miércoles, 7 de octubre de 2009

Reelecto Jorge Peña como presidente del SITECO


TRIUNFO DEL SINDICALISMO DE NUEVO TIPO

Con un amplio margen, que le otorgó las cuatro primeras mayorías, la lista encabezada por Jorge Peña Maturana en las elecciones del SITECO resultó triunfadora en las elecciones realizadas en Rancagua el lunes 5 y martes 6 de octubre.
Con el apoyo del Consejo Nacional de Comités Comunistas, orgánica en la que milita, y del Movimiento de los Pueblos y los Trabajadores, el joven sindicalista (32 años) se impuso a la lista levantada por la dirección del PC, que pretendía sacarlo para imponer un sindicalismo políticamente dependiente y de bajo perfil. A eso se opuso Peña desde el gran conflicto de los trabajadores subcontratados del Cobre, que finalmente fue negociado por la cúpula del PC en pos de las negociaciones de cupos parlamentarios que han fructificado en la lista conjunta con la gobernante Concertación.
Junto a Peña fueron electos los dirigentes Viviana Abud (secretaria), Alvaro Guajardo (tesorero) y Andrés Leal (vicepresidente), quienes ocuparán los otros tres cargos de mayor importancia en el SITECO, mientras los tres electos de la otra lista, dos militantes PC y un independiente, debieron conformarse con los últimos cargos de directores, ante la lastimosa mirada de unos pocos dirigentes partidarios que acompañaron la elección y con la derrota estruendosa de su candidato a presidente, el militante PC Ulises Sepúlveda.

Las propuestas de los vencedores

Entre las propuestas presentadas la lista ganadora figuran las siguientes: “Queremos un sindicato unido, sin distinción por cuanto cotiza cada uno. Un sindicato fuerte y dispuesto a movilizarse por defender el trabajo de cada uno de sus socios.
Queremos un sindicato de clase, con objetivos claros, politizado pero independiente de los partidos políticos. Un sindicato que trabaje para toda la familia y que luche constantemente por hacer avanzar las demandas de los trabajadores.
Queremos un sindicato que sea ejemplo para el resto de los trabajadores de la región y del país”.
En el programa de trabajo se contempla: “Constituir un comité de vivienda, dependiente del Directorio, y que trabaje para buscar soluciones a esta necesidad de nuestros socios.
Desarrollar, a partir del próximo año, un Preuniversitario popular gratuito para los hijos de nuestros socios. Realizar un programa de alfabetización y reforzamiento educación.
Lograr establecer un convenio de salud dental que complemente lo otorgado por el seguro complementario de salud que ya tenemos. Mejorar el seguro complementario de salud.
Continuar defendiendo el trabajo de nuestros socios, oponiéndonos férreamente a los intentos de despidos. Conseguir reubicar a todos aquellos socios que se encuentran en situación de cesantía. Trabajar las negociaciones colectivas para conseguir aumento de los salarios. Luchar por asignaciones para viviendas, mejorar y aumentar las asignaciones de escolaridad, capacitaciones reales y efectivas de interés del trabajador, preocupación y desarrollo de una propuesta que mejore la seguridad de nuestros socios y de todos los trabajadores contratistas: no mas transbordos, mejoramiento de los EPP, revisión de los procedimientos de seguridad, campaña permanente de prevención de riesgos, sanciones reales y efectivas para las empresas que violan las normas de seguridad.
Plantearemos la disminución de la jornada de trabajo, a fin de otorgar mayor descanso y facilitar la contratación de más personal y reducir la cesantía que afecta a la región.
Nos proponemos construir un movimiento sindical, a nivel regional, que sea capaz de oponerse a los planes de reformas laborales dañinas para los trabajadores, como lo son la flexibilidad laboral, disminución o sustitución de la indemnización de los años de servicios, etc. Queremos ser parte de un referente popular de clase que le haga frente a todas las intenciones de menoscabar los derechos de los trabajadores en general”.
Con esta plataforma y la consecuencia de sus dirigentes, el SITECO continúa en la senda de construir un sindicalismo de nuevo tipo, sin dependencia política pero comprometido con las transformaciones de fondo que Chile necesita.

domingo, 20 de septiembre de 2009

En el Aniversario de la Patria

Luis E. Recabarren
El Trasandino, Los Andes 19/septiembre/1909


Todo un mundo de entusiamo y de alegrías se desencadena entre el pueblo en estas fechas que se llaman el aniversario de la independencia nacional. Entree la clase pobre que tambien rinde tributo y hasta el exeso en estos días, se arroja al charco de las fiestas hasta la última moneda que posee.
Nosotros que miramos las cosas dentro de la órbita de nuestra misión de periodistas y de educadores del pueblo, sentimos un profundo pesar cuando vemos a la clase trabajadora participar en una fiesta que no es la suya, y sentiralegrías por la llamada independencia nacional que ninguna libertad real ha traído al pueblo productor.
Se dice que esta fecha significa la emancipación de la opresión española que ejerció su tiranía en estos paíse sub-americanos durante tres siglos y que la revolución de 1810 dio al pueblo libertad y patria
Nosotros diferimos de este modo de pensar. Si la opresión española desapareció de esta tierra, no ha sucedido otra cosa que un cambio de opresión. La clase trabajadoravivió tres siglos sometida a la esclavitud de la tiranía española, y cuando en Chile sonó lo que se llamó la hora de la libertad y de la emancipación, esa libertad y esa emancipación que conquistó el pueblo-soldado en 1810, sólo fue para la clase burguesa y adinerada, pero en ningún caso lo fue para el pueblo que continuó siendo esclavo de la nueva clase que se erigía en gobierno en Chile.
Desde esa fecha, antes y hoy, el pueblo carece de libertades y de garantías. El pueblo no es otra que un simple paria. Hoy día, a los 99 años después de la llamada emancipación, el pueblo chileno, es decir, la masa del proletariado productor, no disfruta de mayores garantías ni libertades que aquellas que actualmente existen en la misma llamada madre patria.
Tan miserable y esclavo vive hoy el pueblo chileno como el pueblo español, Y si se quiere entre la clase trabajadora de España hay más educación, más cultura, más conciencia y más capacidad que entre la clase trabajadora de Chile.
¿Qué es, pues, lo que hemos ganado con la llamada independencia nacional?
¿Acaso el pueblo de Chile no es ametrallado, asesinado, encarcelado y perseguido cuando pretende hacer uso de sus derechos constitucionales?
La tiranía burguesa española, ¿no es idéntica a la tiranía burguesa chilena?
¿Qué es, pues, lo que el pueblo celebra en esta fecha?
El pueblo, en realidad, nada tiene que celebrar. El pueblo es arrastrado, en esta época a prestar su concurso exhibiendo durante una semana toda su desnuda miseria moral y material presentándose andrajoso o poco menos, en un lamentable estado de embriaguez que revela el grado de cultura que ha alcanzado en un siglo de vida libre e independiente durante el cual la clase escogida que nos gobierna se enorgullese, sin duda, de ser la protectora y educadora de un pueblo que no puede ser orgullo de ninguna sociedad que realmente sea culta.
En una palabra, en Chile tenemos un pueblo tan atrasado y grosero, como la misma burguesia que lo gobierna, que no se diferencia sino en el barniz de hipocresía con que se encubre.
La verdadera emancipación del pueblo no ha sonado aún, ni sonará hasta tanto el pueblo mismo se eduque, se organice y se emancipe de la tiranía burguesa y capitalista que hoy lo oprime social, política y economicamente, como lo ha oprimido toda la vida.
Pueblo: si quereis tener verdadera emancipación, rompe primero las cadenas de tus vicios, edúcate, organízate y haz la administración de tus intereses directamente y sólo entonces serás libre.

martes, 1 de septiembre de 2009

El sapo y el escorpión. Por Tito Alvarado

Antes del presente artículo, hubo dos con el mismo título. Yo me valgo del segundo para entregar este que puede ser considerado el tercero. El primero es de Theotonio Dos Santos, seguramente escrito en portugués y traducido a la rápida al español. Comienza relatándonos un chiste, que en realidad es una fábula, pues del supuesto chiste se desprende una moraleja, no confiar en promesas de enemigos. Un sapo confía en las “garantías” que le da un escorpión, con él en su espalda intenta atravesar un río, a mitad del viaje el escorpión recuerda su naturaleza y pica al sapo, el resultado es que ambos mueren, uno por confiar en quien no es su amigo natural y el otro por no traicionar su propia naturaleza. Termina con el resumen de las últimas “hazañas” del escorpion imperial. El segundo, de Eduardo Contretras, en breves párrafos, continúa con las “hazañas” del imperio hasta caer en las hazañas de los escorpiones que hay en Chile. El tercero es este que intenta, a partir de las conclusiones de sombrero de mago que saca el señor abogado Eduardo Contreras, aplicar la moraleja del chiste o fábula del sapo y el escorpión al caso chileno.

Veamos tan solamente dos párrafos del señor Contreras, él nos dice:
“Los chilenos tenemos sapos y escorpiones también en casa, desde luego el primer chupa sangre, el candidato de la derecha. Los hay también quienes quieren llevarnos “a la modernidad” sobre la base de los supuestos éxitos de los gobiernos habidos en la transición. Como si el pueblo no conociera su propia realidad y no supiera de qué se trata esto de “llegar a la modernidad”. Hay quienes proponen construir futuro “todos juntos”, pinochetistas y demócratas, torturadores y torturados, las transnacionales y los trabajadores, la izquierda y la derecha. Todos revueltos.”

Hasta aquí vamos bien y me atrevo a decir que estoy en total acuerdo. Quizá si indagamos con nombres y apellidos quienes son los sapos y quienes los escorpiones pudiéramos estar en un ligero desacuerdo, pero eso sería harina de otro costal.

Lo que si me mueve a risa y a pena es la conclusión final del señor abogado:
“Pero afortunadamente hay también luchadores de visión clara y compromiso firme. Así fue toda su vida, por ejemplo, la gran chilena que acaba de dejarnos, Matilde Ladrón de Guevara. Si las generaciones más jóvenes no conocieron la profundidad de su poesía, sí conocieron la tenacidad y fuerza con la que libró el combate por la libertad de su hija prisionera de la dictadura peruana. Y está hoy la candidatura presidencial de la izquierda chilena, la única con propuestas concretas, viables, transformadoras. La izquierda que encabeza Jorge Arrate, candidato que recorre Chile sembrando las esperanzas del tiempo nuevo.”

Para ser exactos, eso de la dictadura peruana es una pisada en falso, lo que, tratándose de un abogado defendiendo una causa, puede conducir a su cliente a un fallo en contra, en un sistema de justicia donde los de abajo debemos mostrar y demostrar de palabra, de intención y de hecho nuestra no culpabilidad. Dicho así se puede entender que el actual gobierno peruano es la dictadura que encarceló a la hija de Matilde Ladrón de Guevara, lo justo es que debiera señalar de qué dictadura habla, pues se refiere a una época concreta con un gobierno concreto, si no tiene el dato a mano, la salida pudiera ser decir una dictadura, pues en la historia de nuestros pueblos ha habido muchas y todas de sangrientos estilos. Nos habla de una luchadora incansable y lo hace en el momento en que acaba de morir, instante en que toda persona digna de un homenaje es mejor que cuando estaba viva, lo cual pudiera ser interpretado como un recurso fácil para afirmar su conclusión final y no como el verdadero y valedero homenaje y reconocimiento que Matilde merece.

Lo inaceptable es que “la gran chilena que acaba de dejarnos, Matilde Ladrón de Guevara,” sea comparada con el no gran chileno que aún no nos deja, y peor aún, la comparación es de una persona luchadora (persona concreta singular) con “la candidatura presidencial de la izquierda chilena” (figura etérea plural). Me queda la duda de si es una jugada de bocón, de persona muy habladora traicionada por sus propias palabras, si es un recurso de estilo o si es simplemente una forma de adornar algo que no es muy adornable y que, como la mona, aunque se vista de seda, siendo mona, mona queda. Por candidatura debo entender la acción de alguien de optar a un determinado puesto, y tratándose de Chile, debemos entender que esta candidatura no es posible si, en sí misma, no hay un conglomerado de gente diversa que la facilite. Para más, Contreras agrega que la candidatura es de la izquierda chilena, queriendo decirnos o intentando afirmar en nuestro cerebro la peregrina idea de que la izquierda toda es una sola y ésta, está con la candidatura de un sapo que lleva a su espalda un escorpion, la diferencia con la fábula es que este escorpión sabe nadar, sin renunciar a su naturaleza traidora y mortífera, seguirá nadando hasta la otra orilla.

Pero nuestro astuto leguleyo insiste en su intención de dejarnos en la cabeza alguna idea, a continuación dice: “la única con propuestas concretas, viables, transformadoras.” Sin duda suena bien, pero es falso y le traiciona en el revolucionario que debiera ser (entiendo que es miembro del Comité Central de Partido Comunista de Chile), a no ser que ya no sea revolucionario ni él ni su partido.

* Lo de propuestas concretas es simplemente un adorno, pues ninguna propuesta puede ser concreta en sí, es simplemente una manera de decir algo para que tenga mayor peso, las propuestas son siempre subjetivas, obedecen a posibilidades de hacerse realidad, pero no son en sí mismas una realidad, proponemos algo para decir esto queremos, así lo queremos, etc. esto indudablemente choca con los intereses de otros, que en el caso de Chile casi todos están en el poder.

Lo de viables es otro y peor adorno de retórica pura. Me pregunto si era joven allá por el 68 o si no escuchó hablar de seamos realistas, pidamos lo imposible o si no ha leído nunca esta frase. O quizá su manera de hacer política le haya impedido vincular alguna vez esta idea, de ser realista y luchar por lo imposible, al Che Guevara que la hizo suya en su vida y en su muerte. Lo que la mayoría de Chile necesita, simplemente no es viable en un régimen como el actual, entonces para que sus propuestas sean viables primero habrá que cambiar la constitución y quitarles el poder a los asesinos, a los banqueros, a los traficantes ideológicos que hoy lo detentan, Otra cosa es que en su mundo de socialdemocrata sea viable hacerle al sistema una que otra reforma para que los pobres no se mueran de hambre y trabajen mucho más y mejor, mientras la vida para los ricos transcurre en otra parte.

* Lo de transformadoras, otra palabra que no agrega mucho, pues en esencia toda acción humana es una intención de transformar lo existente. Quizá no sepa la rapidez con que el estómago humano renueva todos sus células ni que todo el cuerpo humano es otro cuerpo, aunque un poco más envejecido, en un promedio de cada diez años, esto es transformador y no lo vemos. Puede que no sepa que nadie se baña dos veces en el mismo río o quizá si lo sepa y nos quiere hacer creer que sirviendo de sapo que intenta salvar un escorpión podemos llegar a transformar la sociedad chilena en algo que no logro adivinar, pues hace rato que el partido, al cual el articulista que nos ocupa pertenece, no habla de lucha por o hacia el socalismo.


Sin embargo se mueve, dicen que dijo un condenado, que para salvar su vida se retractó de una verdad, hoy de valor universal. La frase final es de antología del lugar común o del vacío en el discurso: “ La izquierda que encabeza Jorge Arrate, candidato que recorre Chile sembrando las esperanzas del tiempo nuevo.” Al escribir la izquierda que encabeza, hace un acto de reconocimiento tácito de que existe otra izquierda: la que encabeza Navarro y otra que encabeza Vega y otra que encabeza Pamela Jiles y otra colectiva que llama activamente a votar nulo. No es un reconocimiento con nombre y apellido, es una verdad latente de que en Chile hay muchas izquierdas, tantas como egos y espíritu mesíanico o visión corta tienen algunos candidatos o como sentido de la responsabilidad social tienen otros que en este momento no figuran en el circo electoral, pero que están, lentos y seguros, aunando fuerzas y esfuerzos para saltar y/o asaltar la realidad. Despues de tantos años sembrando esperanzas del tiempo nuevo, cien, noventa, ochenta años, casi una eternidad y salvo el veranito de San Juan de La Unidad Popular, todavía seguir en lo mismo, me parece que hay que sembrar otra cosa, dejar de sembrar en las piedras o utilizar maquinaria pesada.

Si me guío por la cantidad de personas legalmente en edad de votar, tenemos cinco partidos o movimientos que no figuran en este retórico y excluyente Chile recorrido por el candidato de una “izquierda” sembrando eso intengible que no necesita ser sembrado, pues cada ser humano lo tiene en sí, salvo los que se suicidan o se resignan. Están aquellos que inscritos votan en blanco, todos los candidatos y partidos le valen hongo (1), los que votan nulo, casi lo mismo con una ligera diferencia, es todo el sistema el que merece rechazo (2), los que estando incritos no van a votar ni se molestan en justificar su inasistencia, lo cual es un rechazo total al circo (3), los que no votan pero justifican su no voto, tienen miedo a la multa o manifiestan alguna leve esperanza en el sistema (4), y los que desafiando todo, no se inscriben (5). Esta es la más amplia coalición sin líderes, son casi, casi el 50% de electorado potencial, Con esto quedamos en que recorrer Chile sin inscribir a los no inscritos, sin ganarse a los que votan nulo, blanco o no van a votar, se justifiquen o no, es que hemos dejado medio Chile fuera del juego o que hay medio Chile que no será tocado por un discurso salvador de los escorpiones que atacamos de palabra, pero llevamos a la espalda de hecho. Hay medio Chile invisible, pues estos no votantes están en todas partes y no están en ninguna.

La única manera de “sembrar esperanza” es otorgarles a la gente su codición de seres humanos con capacidad de decidir, este movimiento recién se echa a andar y no será visible hasta la próxima elección, sin sapos cargando escorpiones. Camino propio es el único camino.

jueves, 27 de agosto de 2009

Jaime Mendoza Collío y el terrorismo de Estado

El asesinato del comunero mapuche Jaime Mendoza Collío, representa un nuevo nivel de la crisis política vigente en el país desde la consumación del golpe de estado que derrocó al presidente Salvador Allende en 1973. El crimen del joven comunero, reitera el comportamiento histórico de la fuerza pública impregnada de principios y valores que dieron sustento a la dictadura de Augusto Pinochet y no de aquellos que deben prevalecer en un estado de Derecho. Esta afirmación queda demostrada con la actuación del alto mando institucional en la zona y su defensa irrestricta de la actuación del carabinero que disparó por la espalda al joven. Los altos oficiales insisten en que los efectivos policiales fueron emboscados y actuaron en legítima defensa. Por otra parte, aparece el ex Director General de Carabineros y actual presidente del Cuerpo de Generales de Carabineros en Retiro, Fernando Cordero, en una columna publicada por El Mercurio On Line, defendiendo la versión sobre una supuesta emboscada y precisa que Carabineros actuó en respuesta a una agresión tipificada como delito en el artículo 416 bis del Código de Justicia Militar. Luego asume la posibilidad de que la investigación judicial dirá la última palabra. Todo ello cuando ya existen pericias, abundantes testimonios y pruebas demostrativas de la comisión del homicidio a sangre fría. Enseguida expone un análisis político jurídico que empeora lo anterior. Explica que el derecho sería un instrumento de la política en los estados modernos, porque: “Así se garantiza la convivencia civilizada y evita el abuso del más fuerte consiguiendo la paz social que permite a cada uno lograr su mayor desarrollo espiritual y material. Es lo que llamamos bien común”. No es difícil concluir que Cordero Rusque habla desde su investidura pasada y presente, es por tanto un mensaje desde la institución, para interpelar a la comunidad nacional acerca de si acepta o no las reglas del juego establecidas, en aras de preservar la convivencia nacional tal como está.
El asesinato de Jaime Mendoza se suma a los de Alex Lemún, Matías Catrileo, Juan Lorenzo Collihuín, a manos de efectivos de Carabineros y a las muertes en sospechosas circunstancias de Jorge Suárez Marihuan, Julio Huentecura Llancalef y Johnny Cariqueo, entre otros.
A los asesinatos de comuneros y luchadores mapuches se suman los del estudiante Daniel Menco, el trabajador forestal Rodrigo Cisternas, y Talo Araya. Violencia desatada contra toda protesta o manifestación de descontento, como ocurrió durante la Revolución Pingüina, o en las movilizaciones de los pescadores artesanales, trabajadores forestales, trabajadores de las salmoneras, subcontratistas de Codelco, los defensores de Pascua Lama y cada vez que el pueblo se moviliza.
Después de 17 años de dictadura, durante los cuales las FF.AA. y de orden aplicaron el terrorismo de estado en forma ilimitada, no han cambiado en lo sustancial. Sólo se adaptaron a este nuevo escenario de gobiernos civiles mediante leves retoques cosméticos, pero los resultados de su actuación muestran la permanencia de los mismos principios doctrinarios, aún cuando no lleven el mismo nombre.
Lo determinante sigue siendo el carácter de clase de la fuerza pública, concebida para preservar el orden del sistema e impedir la irrupción de fuerzas sociales que pongan en riesgo la forma de propiedad y enriquecimiento de los grandes empresarios y grupos económicos.
Exigimos justicia para Jaime Mendoza Collío. Justicia para el pueblo mapuche. El más alto homenaje al weichafe caído será generar la más vasta movilización popular, hasta terminar con la actual Constitución y reemplazarla por una nueva carta fundamental que consagre los derechos de los pueblos y los trabajadores.
Será el triunfo de la rebeldía de millones lo que honrará la vida de los caídos. Será la unidad efectiva y la lucha resuelta para terminar con el sistema, el acto que encienda los hornos para forjar el futuro por el que lucharon Jaime Mendoza o Rodrigo Cisternas, Salvador Allende o Víctor Jara, Miguel Enríquez o Raúl Pellegrín.

Consejo Nacional de Comités Comunistas de Chile

Agosto 23 de 2009

martes, 18 de agosto de 2009

Los cuatro candidatos de la Concertación a la presidencia

Cuatro candidatos de la Concertación postularán a la Presidencia de la República en los próximos comicios: Eduardo Frei hijo, Marco Enríquez-Ominami, Alejandro Navarro y Jorge Arrate.
A quien le quepan dudas examine los antecedentes. Jorge Arrate, el flamante militante comunista y candidato de lo que queda del Juntos Podemos –previa renuncia mediática al PS- se presenta como un avanzado crítico de la situación política y social que vive el país y del distanciamiento del bloque oficialista con los postulados democratizadores que le dieron origen para terminar con la dictadura. Tras 19 años como actor de la interminable e inconclusa “transición a la democracia”, y luego de haber sido Ministro de Educación (1992 -1994), durante el mandato de Patricio Aylwin, Ministro de Trabajo y Previsión Social (1994-1998) y Ministro Secretario General de Gobierno(1998-1999), durante la presidencia de Frei hijo, Embajador de Chile en Argentina (2000–2003), bajo el gobierno de Ricardo Lagos, Presidente y Vicepresidente del Partido Socialista de Chile y, en varios períodos, Coordinador de la Concertación de Partidos por la Democracia, Secretario General del Partido Socialista, Miembro del Comité Central del Partido Socialista, cayó en la cuenta de que el conglomerado no lo identificaba y renunció al que fuera su partido durante su vida, para presentarse como abanderado presidencial de la izquierda extraparlamentaria. Esta sola relación de hechos ya resulta curiosa, por decir lo menos, pero además, no se puede omitir el papel que jugó Arrate en el proceso de “renovación” del socialismo chileno, en la construcción de la convergencia socialista de fines de los años 80 que sepultó la alianza que sustentaba al Movimiento Democrático Popular (MDP), bajo la tesis de “aislar a los extremos”, que comprendían a los sectores más duros de la dictadura por un lado y por otro a los denominados “grupos extremistas”, y negociar una salida pactada a la dictadura. Muchos de quienes estábamos en política en esos años y específicamente en la lucha contra la dictadura, recordamos que el nombre de Arrate estuvo asociado a un proceso que por entonces deplorábamos porque desmanteló la coalición de izquierda que peleaba por una salida política más avanzada, que le fuera arrancada a la dictadura. Por esos días, hablar de Arrate y Convergencia Socialista, eran una misma cosa desoladora, porque veíamos como a la cabeza de un importante sector del PS demolía la unidad de la izquierda al arrastrar a los sectores socialistas que estaban en el MDP a la naciente Concertación y se aconsejaba al Partido Comunista que le convendría “submarinear” por un tiempo.
Bueno, ahora, después de todos estos hechos, Arrate Mc Niven se dispone a presentar batalla en la contienda presidencial, como abanderado de aquellos que marginó de la vida política y quedaron excluidos de toda participación formal en la vida institucional del país. Cuenta para ello con la claudicación cómplice de dirigentes que transaron sus principios por la posibilidad de entrar al parlamento, hipotecando el proyecto histórico transformador que declaran no haber abandonado.
Si se observa atentamente la trayectoria de Arrate, no es difícil concluir cual será su llamado frente a la segunda vuelta electoral. Es como si se hubiera situado junto o entre la izquierda extraparlamentaria, para captar sus votos en primera vuelta y en segunda, procurar que respalden a la Concertación. O sea que en el fondo, se trataría de una candidatura dirigida a operar en definitiva, en beneficio del conglomerado oficialista.

Navarro

Alejandro Navarro es diferente. Hace rato que está catalogado como un díscolo pues desde hace tiempo sostiene una posición critica al quehacer de la Concertación, especialmente en lo relativo al predominio del modelo económico, la desigualdad social, las demandas territoriales de los mapuche y otra serie de conflictos en los que toma posición junto a los más débiles y afectados. Defensor del gobierno bolivariano del presidente Hugo Chávez, se posiciona como un legislador con posturas progresistas ante asuntos nacionales e internacionales. No obstante, ha sido un defensor de las privatizaciones efectuadas por los gobiernos de la Concertación, a las que otorga certificado de “concesiones” y por tanto para él no estarían privatizadas las empresas sanitarias y otras.
Más allá de sus posturas progresistas frente a diversos conflictos, permaneció por 20 años en el bloque concertacionista y solamente ahora renuncia al Partido Socialista y levanta su candidatura como una alternativa de izquierda. Pero también ha dicho que en segunda vuelta los votos del Movimiento Amplio Social que encabeza, no favorecerán a la derecha. Una afirmación con la evidente determinación de orientar a sus votantes a favor de la Concertación. Antes ha dicho con precisión, que espera alcanzar un 5 %, lo suficiente para proporcionar ese margen al candidato titular del oficialismo y asegurar su triunfo.
En definitiva, no se ve por donde prospera el proyecto progresista y transformador del “díscolo” Navarro. Su posición más parece un esfuerzo por captar parte importante del voto de izquierda más desorientado y desencantado, para finalmente inclinarlo en beneficio del oficialismo. Esto hace difícil creer que a partir de su postulación a la presidencia, impulse el surgimiento de un movimiento social real que persiga instalar en Chile una verdadera alternativa progresista y revolucionaria que busque terminar con el capitalismo, los enclaves institucionales de la dictadura que aún subsisten y en general con las bases sistémicas de la injusticia. Todo parece indicar que se trata de un díscolo funcional a la Concertación, a la que ha respaldado durante 20 años a pesar de sus innumerables críticas a la gestión gubernamental del conglomerado, cuando está en juego el poder. Pero hay más. Fundados rumores emanados de las conversaciones con Arrate y las declaraciones de ambos en favor de contar con un “candidato único de la izquierda”, auguran que Navarro bajaría su candidatura en septiembre.

Frei Ruiz-Tagle

De Eduardo Frei hijo, huelgan los comentarios y la eventual información adicional que se pueda aportar. Es conocido su pasado individual y familiar, unido a las actividades que culminaron con el golpe de Estado de 1973. Su apoyo inicial a la dictadura, siguiendo a papá, a la que donó sueldos de sus empresas y joyas familiares. Con Frei hijo no hay por donde perderse. Ciento por ciento Concertación, empresario, amigo de la privatización de empresas del Estado, integrante de lo más derechista de la Democracia Cristiana nacional e internacional y uno de los mejores discípulos de la tutoría de los EE.UU. de América. Genuino representante del sistema capitalista, podría ser perfectamente el candidato del bloque derechista y probablemente son los votos que busca captar su candidatura. Así entre gobiernos encabezados por “Socialistas” y por demócrata cristianos, se logra la alternancia en el poder, tan lloriqueada por la derecha tradicional.

Marco Enríquez-Ominami (MEO)

El cuarto postulante parido por el bloque oficialista, Marco Enríquez-Ominami, que tomó el apellido de su padre –Miguel Enríquez- cuando advirtió que le proporcionaba rating, es otro que ha mantenido también un comportamiento político “díscolo”. Pese a ello, hace poco se le escaparon algunas ideas programáticas que lo retratan, pese a que posteriormente descartara de su programa de gobierno la privatización parcial de empresas del Estado. Planteamiento que le acarreó una ola de reacciones en contra, obligándole a tarjar esas propuestas. Pero fue su padre, Carlos Ominami, el que ha ido dejando las cosas más claras respecto a la cuestión de fondo, cuando en respuesta a los requerimientos desde su partido para que defina su posición entre apoyar a Marco Enríquez-Ominami o al candidato oficial del conglomerado, precisó que en la segunda vuelta todos volverán a estar juntos indiscutiblemente. Por lo tanto queda claro cual será la posición del díscolo candidato llegada la segunda vuelta. El aumento sostenido de los adherentes a su postulación presidencial ayuda a despertar expectativas en los más aburridos del oficialismo y también entre los desesperados que anhelan terminar con la era Concertacionista. No obstante, su compromiso sigue siendo con el bloque de gobierno y dista mucho de impulsar la construcción de una alternativa política que se distancie de las fuerzas que hasta ahora se han esmerado exitosamente, en la preservación del modelo neoliberal y fundamentalmente del sistema capitalista, causante fundamental de la miseria, marginación, explotación y crisis.
Habida cuenta de quienes son realmente estos cuatro señores, nada pueden esperar de sus candidaturas los marginados, postergados y explotados de nuestro país y mucho menos quienes buscan caminos de salida a las deplorables condiciones de vida a que están sometidos. Sólo les resta descubrir su propia fuerza y capacidades, confiar en ellas y ponerlas en movimiento.

lunes, 13 de julio de 2009

Raúl Blanchet, vocero de los Consejos Comunistas de Chile: “HAY QUE DESTRUIR LA DICTADURA DEL CAPITAL”


El domingo 12 de julio, una treintena de militantes del Partido Comunista acudieron al Servicio Electoral para firmar su desafiliación a esa tienda. Se trata de la nueva organización Comités y Consejos Comunistas, federada en el Movimiento de los Pueblos y los Trabajadores. En su seno existen dirigentes sindicales, trabajadores, artistas, pobladores, profesionales. El vocero del Consejo Nacional de Comités Comunistas es el periodista Raúl Blanchet.
Raúl, hasta el domingo, acumulaba una militancia en el PC de 41 años. Se incorporó a las Juventudes Comunistas a fines de los 60. Durante el gobierno de Salvador Allende debió asumir tareas especiales destinadas a cautelar el proceso de la Unidad Popular. Retornado desde el exilio en 1983, Raúl Blanchet se agregó a las filas del Frente Patriótico Manuel Rodríguez. Un año después se convirtió en un preso político de la dictadura pinochetista. Pero la cárcel fue otro frente de lucha. De esta manera, participó en la planificación y ejecución, protagónicamente, de la épica fuga masiva de prisioneros políticos de 1990 desde la cárcel pública, cuando faltaban dos meses para que asumiera el primer gobierno de la Concertación post dictadura. 11 años estuvo en la redacción del órgano oficial del Partido Comunista, El Siglo. Hoy Raúl, junto a muchos de sus compañeros, enfrenta nuevos desafíos políticos.

¿En que consiste la iniciativa política expresada en los Comités y Consejos Comunistas?
“Esta es la organización de los comunistas que militan en el Partido Comunista oficial, como de los comunistas que no militan en PC, y que se han alejado por diversos motivos. Sobre todo, es el instrumento de aquellos que han discrepado de los métodos autoritarios; de la falta de democracia interna, por un lado, y que fundamentalmente, disienten de este verdadero arrastre hacia la derecha que ha hecho la actual dirección del PC, por otro.”

¿Cuáles son los principios de los Consejos Comunistas?
“La derechización de la dirección del PC es un detonante, un acelerador de nuestro surgimiento. Nosotros nos identificamos como el auténtico Partido Comunista. Por tanto hablamos de una organización de clase, una organización de los trabajadores, inspirada en el marxismo, en el leninismo, y en el aporte teórico y práctico de innumerables luchadores de la izquierda mundial y de la experiencia revolucionaria en Latinoamérica.”

EL ORIGEN

¿Cuándo comienza a gestarse la iniciativa política?
“Somos producto de un proceso de años de maduración. Es un camino largo de rebeldía creciente que comenzó a formarse al interior del PC desde la medianía de la década de los 80, que incluso está asociado al quiebre del Frente Patriótico Manuel Rodríguez. Nosotros estimamos que el PC vive una crisis desde el año 73. El golpe de Estado puso en crisis las premisas esenciales de los comunistas chilenos, es decir, la tesis de la vía pacífica al socialismo. Ya antes del trágico 11 de septiembre del 73, el PC no preveía un escenario como el que se dio, ni preparó al partido y al pueblo para defender su gobierno y sus conquistas. A la distancia es posible advertir que el PC mantenía una política absolutamente reformista respecto del Estado y del poder. Una concepción basada en la creencia de una burguesía nacional “buena” versus una “mala”. De allí se desprendía la posibilidad de hacer alianzas con una parte de la burguesía. Yo, entonces, lo encontraba razonable, pero hoy sé que esa política respondía a los dictámenes de la ex Unión Soviética para los partidos comunistas de la Región. La idea acuñada era unir a los revolucionarios, aislar a los reaccionarios y neutralizar a los indecisos. Hasta ahí suena bien. La cuestión es que la tesis no contemplaba cómo enfrentar la resistencia violenta de los reaccionarios. Tanto es así que, formalmente, la dirección central del PC, antes del golpe de Estado, nunca hizo una reunión para discutir el problema militar. El único intento que se realizó, fue en las postrimerías del gobierno de la Unidad Popular , pero la cita debió suspenderse a la hora de almuerzo porque en ese momento ocurrió una agresión al General Carlos Prat –que propició su renuncia a la dirección del Ejército-, y había que partir a los ministerios, al parlamento y otros lugares. Fue la única vez, y frustrada. Es verdad que en la UP y antes el PC formó cuadros combativos, pero siempre en el ámbito de la autodefensa de masas, y nunca en la perspectiva de construir un pueblo en armas. Sólo existían menudos equipos especiales en el ámbito, que asestaban ciertos golpes, pero que fueron estructural y premeditadamente insuficientes.”

Pero corramos a mediados de los 80…
“ La Política de Rebelión Popular de Masas (PRPM) adoptada, comienza a funcionar como un factor conflictivo al interior del PC. Un sector asume esa política a cabalidad y otro, sencillamente, no lo hace. Incluso a nivel de dirección hay quienes se juegan contra la PRPM.”

¿Cuáles son los fundamentos de la Política de Rebelión Popular de Masas?
“El objetivo fue articular la unidad más amplia de los sectores antidictatoriales en ese momento para impulsar la movilización popular, empleando todas las formas de lucha contra la tiranía, hasta desestabilizarla y derrocarla. Se hablaba de una sublevación que alcanzara el establecimiento de lo que entonces se llamaba, una “democracia avanzada”; esto es, una Asamblea Constituyente, un gobierno plural y comprometido con transformaciones democráticas de fondo y que disolviera todos los enclaves dictatoriales. Negaba la negociación pactada que devino después. La PRPM está cumpliendo ya 30 años. Y fue gatillada por el plebiscito de 1980 que impuso la Constitución actualmente vigente. Muchas organizaciones de izquierda de la época, como el Partido Socialista, también engancharon con tesis relativamente similares. Esta es la política que los Consejos Comunistas reivindicamos. Al respecto, yo comparto los dichos del ex Secretario General del PC, Luis Corvalán, en el sentido de que cuando se dio a conocer la PRPM hubo “una explosión de júbilo” en la militancia. Asimismo, muchos dimos fe a las palabras de Luis Corvalán, cuando nos dijo que el Frente Patriótico Manuel Rodríguez sería luego un ejército popular, plural y masivo, como el Frente Sandinista de Liberación Nacional de Nicaragua.”

¿Y cómo la recontextualizan en el período actual, ya terminando la primera década del siglo XXI?
“Consideramos que tiene plena aplicabilidad, actualizándola a la realidad presente. En definitiva, la política de la rebelión de los pueblos no sólo es una estrategia para sacudirse de las dictaduras militares transitorias o coyunturales, sino sobre todo, para sacudirse del yugo del capital. Hemos concluido que lo que hay que destruir es el propio sistema capitalista, destruir la dictadura del capital.”

¿Cuándo el PC abandona la PRPM ?
”A partir de 1986. Antes del ajusticiamiento fallido al tirano y de la internación de armas al país. Yo creo que ambos procesos se desarrollaron contra la voluntad de muchos dirigentes del partido. El discurso del denominado “vacío histórico”, que nosotros estimamos “vacío ideológico” y que produjo la creación del FPMR, tuvo resistencias internas como efecto de vertientes que nunca se manifestaron como corrientes abiertas, como tendencias, independientemente de su palpable existencia. Aquí, los países socialistas de la época que acogieron a millares de exiliados chilenos y que en su historia habían enfrentado al fascismo, efectuaron una suerte de influencia sobre la dirección del partido para la capacitación concreta de cuadros militares y una fuerza propia para encarar la dictadura pinochetista. Ahora, las contradicciones internas del partido continuaban su curso. Porque ¿Cómo se explica que, con el tiempo, figuras como Luis Guastavino, entre muchos, brincaran a la Concertación tempranamente? Ellos reflejan una postura reñida con la PRPM. Incluso el propio presidente actual del PC (Guillermo Teillier), en un libro textualiza las diferencias que ya sostenía hace muchos años la dirección del PC respecto de acciones del FPMR. Muchos de nuestros compañeros tienen antecedentes fundados en relación a que la dirección del PC nunca pensó realmente en una salida insurreccional en la dictadura, y que la apuesta por una eventual sublevación siempre se ciñó a una dinámica de negociación con sectores de la burguesía. Estos mismos elementos, explican las razones de la escisión de un grupo de rodriguistas, donde estaba Raúl Pellegrin, y el mismo Galvarino Apablaza (Comandante Salvador) que en la segunda mitad de los 80 era el más alto cuadro militar que había en el PC, y que origina el FPMR Autónomo. Otros nos quedamos en el PC porque todavía apostábamos a que debíamos mantenernos en el que considerábamos el partido de los trabajadores, la organización de la clase, y que desde dentro era posible corregir los errores. Los años rebatieron nuestras expectativas…”

¿Qué elementos caracterizan, desde tu perspectiva, desde la perspectiva de los Comités Comunistas, a la dirección del PC?
“Las reyertas internas, ya no asociadas a pugnas entre reformistas y revolucionarios, sino que entre puros reformistas y por cuotas de poder, de cargos. La nula democracia interna. Y lo más grave, el proceso de desideologización de la militancia. Ahora se fomenta la incultura, lo que facilita la derechización. Las escuálidas iniciativas de educación del partido han sido muy limitadas en número y contenidos, y han sido sólo funcionales a las decisiones y posiciones de la conducción. Las bases partidarias cuentan con muy pobres armas críticas, las cuales deberían ser propias del acervo de una organización que busca transformar la sociedad.”

¿Cómo piensan los Comités Comunistas superar lo que estiman errores de la dirección del PC?

“Postulamos que así como es preciso confiar en el pueblo, también hay que confiar en las bases de la organización, sobre posiciones de mayoría. Ese es el mandato soberano, totalmente otro a los acuerdos de un pequeño equipo de dirección. También creemos necesario superar la desmovilización propiciada por el PC y su abandono de las demandas populares. Porque los que se han ido del partido con buena prensa son los que han virado a la derecha, mientras que los comunistas por la PRPM partieron calladamente, y en general, de vuelta a la casa. Hacia ellos también está dirigido nuestro empeño. Al respecto hay que considerar que el PC al primer gobierno de la Concertación llega con 30 mil militantes, y que el recuento de hace alrededor de un año atrás arroja poco más de 3 mil militantes que cotizan y cumplen tareas. Ahora nosotros estamos embarcados en generar las condiciones para un Congreso, fundado en comités o células comunistas, cuya característica es que pueden estar dentro del PC o fuera del PC, y gente que jamás haya sido comunista y que comparta los principios. Los comités son coordinados por consejos locales o regionales, hasta el Consejo Nacional, que es provisorio y revocable. Somos una organización pequeña, pero potencialmente gigante. Y somos una organización que se construye en caliente, en las luchas reales de nuestro pueblo.”

LOS COMÍTES Y CONSEJOS COMUNISTAS Y EL MPT

¿Por qué están participando en el Movimiento de los Pueblos y los Trabajadores (MPT), un instrumento federado que agrupa organizaciones políticas y sociales del más amplio espectro anticapitalista?
“Porque queremos aportar en una construcción unitaria, de clase, auténticamente anticapitalista e independiente del bloque de poder. El MPT es un referente político y social de amplias proyecciones. Para nosotros, el MPT es lo más importante que ocurre desde el primer Juntos Podemos de la izquierda chilena. Allí hemos encontrado profundas coincidencias. Allí están los rebeldes.”

Andrés Figueroa Cornejo

lunes, 29 de junio de 2009

Repudiamos el golpe de Estado en Honduras

LOS CONSEJOS COMUNISTAS DE CHILE repudiamos el golpe de estado perpetrado en Honduras por el Ejército de ese país centroamericano contra el presidente constitucional Manuel Zelaya, el secuestro de su persona y su expulsión arbitraria del territorio nacional, ejecutada por efectivos militares.
Honduras es una nación que por años ha sido víctima de dictaduras castrenses y múltiples intervenciones de Estados Unidos, varia de ellas militares. Durante los años 80 el gobierno de Ronald Reagan financió escuadrones de la muerte y paramilitares con el fin de eliminar “cualquier amenaza comunista” en ese país. Hoy existe una base militar estadounidense instalada en su territorio con el pretexto del combate al narcotráfico.
Las fuerzas conservadoras de Honduras venían sometiendo al presidente Zelaya a ataques cada vez más fuertes por su relación con los países del ALBA en particular con Venezuela y el presidente Hugo Chávez. Ahora entraron en acción, apelando al último recurso que históricamente los sectores reaccionarios esgrimen contra los pueblos cuando estos avanzan en procesos que objetan sus privilegiadas posiciones de poder y de apropiación de las riquezas: la utilización de las fuerzas armadas, para contener el avance popular. Una vez más, en una práctica que algunos creían desterrada del continente, una confabulación de sectores oligárquicos, empresarios y militares, con la participación probable de agentes externos, lanza a las fuerzas armadas contra el pueblo indefenso.
El pretexto supuestamente legal para el golpe fue la prohibición de un juez local a la realización de una consulta popular que se realizaría hoy domingo, que buscaba sondear la disposición del pueblo hondureño, para que en los comicios electorales de noviembre próximo, los votantes emitiesen además de los sufragios para elegir Presidente de la República, alcaldes y diputados, una cuarta cédula respondiendo en apoyo o rechazo para convocar a una Asamblea Constituyente. La consulta no tenía carácter vinculante, por tanto sus resultados no obligaban a que si era aprobada la iniciativa de incluir aquella votación adicional para las elecciones de noviembre, fuera materializada. En la práctica, era sólo una encuesta de opinión para conocer el grado de acuerdo o no con iniciar un proceso para modificar la Constitución. Se pretextó que el presidente Zelaya no habría acatado la prohibición del juez, respaldada por la Corte Suprema de Justicia de Honduras y esta última, ratificó la “ilegalidad” de la consulta que insistía en realizar el gobierno.
El poder económico llegada la hora no se fija en detalles.
Nos sumamos a la exigencia internacional para que el presidente Manuel Zelaya sea reintegrado a su cargo constitucional hasta el término de su mandato.
Llamamos a detener la represión sobre el pueblo hondureño y las organizaciones sociales y sindicales contra los cuales siempre arremeten quienes quebrantan las constituciones de sus países cuando las emprenden contra su pueblo, arrastrados por la misma determinación criminal que les lleva a romper la institucionalidad que juraron respetar y defender.
Tememos fundadamente por la vida e integridad física de los dirigentes populares, de los líderes progresistas y que los militares y empresarios sometan al pueblo hondureño a un baño de sangre, por lo que llamamos a todas las personas de vocación democrática, a quienes luchan por la libertad y la justicia, a los ciudadanos que perciben en este golpe de estado una agresión contra el pueblo hondureño, similar a la sufrida por los chilenos el 11 de septiembre de 1973, a desarrollar medidas que expresen el rechazo a los golpistas y a los usurpadores del gobierno y que exijan el regreso del presidente Zelaya, como la aplicación de disposiciones que protejan a las organizaciones populares hondureñas, a sus dirigentes y los colaboradores del mandatario constitucional.
Apoyamos a los miles de hondureños que permanecen en las calles y a los que se trasladan a Tegucigalpa para exigir el retorno del presidente electo.
Llamamos al gobierno de la Concertación por la Democracia no sólo a pronunciarse en rechazo a este golpe, sino también a emplear todos los mecanismos diplomáticos y políticos a su alcance en defensa del pueblo de Honduras y del Presidente Zelaya.

Consejo Nacional de Comités Comunistas.

Santiago, 28 de junio 2009

jueves, 18 de junio de 2009

¡TODOS LOS COMUNISTAS A LOS CONSEJOS!

Nosotros, militantes de los Consejos Comunistas, declaramos:

La actual dirección del Partido Comunista de Chile ha firmado con los partidos de la Concertación lo que alegóricamente han llamado un “acuerdo histórico contra la exclusión”. Con ello le han puesto una lápida a cualquier esperanza de que enmendaran rumbos en la conducción revisionista que han venido poniendo en práctica y que es de larga data.

Nadie puede ya llamarse a engaño sobre cual es la operación que estas personas han venido desarrollando para poner de rodillas al Partido que reflejó el pensamiento científico-social más avanzado de nuestro tiempo, desde el enorme Recabarren. El Partido que logró convertirse en el instrumento más certero y vanguardia de la clase obrera en sus luchas por la emancipación y artífice central de la conquista del gobierno más revolucionario de nuestra historia, después de las gestas emancipadoras de los padres de la Patria. El Partido que el imperialismo y la dictadura no pudieron derrotar.

A este gran Partido, la actual dirección pequeño burguesa le ha mellado su filo revolucionario y le ha puesto al servicio del conglomerado que mejor ha preservado los intereses de la dictadura y de la burguesía chilena. El gobierno cuyo accionar ha permitido afrentar al pueblo aceptando que un fascista sirviente de la dictadura, como Jovino Novoa, presida al segundo poder del Estado.

Esta dirección ha desertado de las filas de la revolución. Van a votar por Frei y a poner al Partido en manos de parte de los financistas y verdugos civiles del 73.

Para hacer triunfar a Bachelet lo hicieron bajo la fórmula de conseguir avances en cinco puntos: 1. Reforma al sistema binominal; 2. Derecho a negociación colectiva; 3. Reforma al sistema de pensiones; 4. Reguardo del medio ambiente; 5. Verdad y justicia sobre las violaciones a los derechos humanos. Nada de esto se cumplió cabalmente y, si recibieron algo, fue sólo migajas que igualmente han dilapidado en turbios negociados y derrotas políticas.

Hoy son los únicos que se suman a los más aplicados gestores de las políticas neoliberales y festejan alborozados con Frei, el hombre más representativo de quienes han abogado nacional e internacionalmente por el mantenimiento de las sanciones al glorioso pueblo cubano y trafican influencias nacionales e internacionales para aislar a los revolucionarios gobiernos venezolano y boliviano.

Más del 80 % de los militantes han abandonado las filas del Partido Comunista, chocando contra esta dirección socialdemócrata y alejándose sin querer hacer daño al Partido por el cual dieron larga parte de sus vidas.

Nosotros, comunistas de los Consejos, hemos iniciado la lucha por la recuperación de la organización de vanguardia de la clase. Bajo la consigna de todos los militantes a los Consejos Comunistas, recuperando el sentido de clase de Luis Emilio Recabarren y la integralidad de la Política de Rebelión Popular de Masas, hacemos un llamado a decir basta y a organizar la resistencia, transformando la indignación en conciencia y organización.

No acatamos ni acataremos las directrices de la actual dirección ni de su Comité Central de burócratas y funcionarios: ¡Los comunistas siempre junto al pueblo y los trabajadores! ¡Todos los comunistas a los Consejos!

Consejo Nacional de Comités Comunistas

Santiago, 17 junio 2009

www.revistaprincipios2008.blogspot.com

jueves, 9 de abril de 2009

Editorial: Crisis, organización y lucha

Los alcances de la actual crisis económica planetaria todavía son imprevisibles. Pero lo que se sabe con certeza hasta ahora es que se trata de la mayor debacle del capitalismo y lo que si es seguro, es que aumentarán los efectos que ya golpean a los trabajadores y en general los sectores pobres y capas medias. Cesantía, disminución de los salarios, pérdida del poder adquisitivo, recortes en los servicios públicos indispensables, serán las secuelas inevitables de esta crisis que no provocaron los que viven de un sueldo o de pequeñas y microempresas. Se sabe quienes la provocaron, como se sabe también que estas crisis forman parte del ADN del sistema capitalista. Se sabe por cierto, que en el marco de esta crisis se harán más evidentes las injusticias sociales.
Corresponde pensar en la forma de enfrentar las consecuencias que acarreará la catástrofe. Es necesario tener en cuenta lo que podrá ocurrir cuando la falta de recursos y fuentes laborales agudice los efectos de la miseria. Es urgente que los trabajadores, pobladores, campesinos, estudiantes, mujeres y hombres, preparen sus organizaciones ya existentes, para afrontar el escenario que ya comienza a configurarse. Es urgente que se organicen con prontitud todos aquellos que no lo están. Habrá que enfrentar los efectos de la crisis asociados y muy activamente, pues habrá que defender las fuentes laborales y el precio de los salarios. Probablemente haya que desarrollar formas colectivas de abastecimiento de víveres y otras mercaderías. Habrá que defenderse de los cobros excesivos de las empresas suministradoras de energía eléctrica, servicios telefónicos, agua potable y alcantarillados.
La nueva realidad obliga además, a tomar conciencia de los cambios indispensables que se debe impulsar en nuestra sociedad, para convertirla en una capaz de emprender un camino de desarrollo económico que la aleje de la estructura capitalista que ha generado 16 crisis a nivel internacional en los últimos 38 años, cada una de ellas con diversas secuelas de mayor o menor gravedad, pero siempre azotando principalmente a los mismos trabajadores y trabajadoras y de las que nuestro país jamás quedado exento.
Enfrentar esta crisis con niveles de organización superiores y en pie de luchar por derechos que se verán amenazados y vulnerados, debería conducir a formas más elevadas de organización y movilización social, que permitan rescatar fuentes de empleo y crear nuevas, mediante la intervención directa de los trabajadores en la gestión. Es posible pensar que el colapso de la economía provocará la quiebra y cierre de numerosas empresas. Frente a ello habría que concebir una estrategia que considere cada empresa cerrada, como una empresa a ser tomada por sus trabajadores u otros de la misma actividad, para volverla a poner en funciones con aporte de los dineros de todos: los recursos del Estado. Habrá que pensar de manera creativa y colectivamente, las formas que deberían adquirir las medidas que adopte el movimiento popular para enfrentar, atenuar y superar los efectos de la crisis.
Se avecina el paro nacional convocado por la CUT para el 16 de abril. En él las autoridades y los empresarios verán si los trabajadores organizados cuentan o no con la capacidad y disposición suficientes para contener el embate de las medidas con las que se pretende hacer que paguen la crisis. Quienes se identifican como antineoliberales debieran potenciar esa movilización. Debe ser un paro que más allá de los recuentos que haga la CUT o las autoridades, arroje como resultado el establecimiento de acciones coordinadas a nivel de todo el país, entre los trabajadores y otros sectores de la comunidad nacional. El esfuerzo debe orientarse a que la paralización sea lo más efectiva posible, pero sobre todo, que permita coordinación real entre miles de ciudadanos organizados y de ahí en más, que posibilite que se sigan organizando y organizar a más y más personas y por sobre todo, ponerlas en pie de lucha.

Imitar al Imperio: La aspiración al desastre

Sin duda que la máxima aspiración de los países capitalistas periféricos y sus burguesías nacionales es convertirse en la copia fiel de Estados Unidos. Aunque no lo dicen explícitamente este sería su mayor logro, o a lo menos a convertirse en su “socio asociado en sociedad” vía tratados, entrega de soberanía o lo que fuera.
Esta aspiración de lograr vivir “el sueño americano” naturalmente es gratificante, precisamente para las burguesías dominantes que aspiran a llevar a los límites los niveles de explotación, pero, para las grandes mayorías de explotados y los necios habitantes de las nebulosas clases medias que pareciera estar dispuestas a navegar por el mar de las desgracias con tal de imitar al burgués, sólo es incrementar los males.
Es en las épocas de crisis donde quedan al descubierto las llagas del sistema y su actual modelo, sistema cuya sobrevivencia es una vergüenza para el género humano y lo está llevando a su destrucción.
Hemos imitado el reinado de las tarjetas de crédito una de las bases, dicho sea de paso, del enriquecimiento del candidato de la Alianza (Derechista) Sebastián Piñera. En Estados Unidos esta industria es un elemento dominante de la voluntad de los trabajadores estadounidenses mediante el creciente endeudamiento de los hogares. Así, si en 1980 la deuda media de los hogares rondaba los 40.000 dólares [constantes], mientras que ahora es de unos 130.000 dólares [constantes] por hogar, incluyendo las hipotecas. La deuda de los hogares se disparó, y las insaciable instituciones financieras que se lanzaron a sostener las deudas de los hogares trabajadores logradas a través de hipotecas subprime entregadas a gente prácticamente sin ingresos. Estas hipotecas se lanzaron al mercado financiero como medio de inversión en una de las maniobras más refinadas y perversas imaginables, lo que no es poco decir en un medio donde las operaciones fraudulentas o que circulan al límite de la legalidad son habituales.
Siendo Estados Unidos el paradigma del dominio de la burguesía y de los ricos, no podemos dejar detener en cuenta las complejidades de un enorme y poderoso país que no es inerme ni está ajeno a los procesos de transformación dialéctica de toda sociedad: la actual situación económica está llevando a una lucha política de distinto signo y potencia de lo ocurrido hasta la fecha.

“La sabiduría del Mercado”

Existe una vigorosa resistencia y decisión de enfrentar a quienes han sumergido al país en esta crisis. La elección de equipo económico de Obama ya fue cuestionada; por ejemplo, la de Larry Summers, que era Secretario del Tesoro en el momento clave en que muchas cosas empezaron a ir realmente mal, al final de la administración Clinton. ¿Por qué dejar los cargos a gente con potentes lazos con Wall Street y el capital financiero? El tema de no detener la crisis es tremendo: cada mes que pasa sin detener la caída significa la pérdida de alrededor de 600 mil empleos. Es decir en estos momentos la crisis golpea a amplios sectores de trabajadores. Más de 19 millones de trabajadores lo hacen para administraciones locales y de los Estados sobre todo en educación y para ellos los fondos de pensiones han perdido de acuerdo a informe de la Reserva Federal 108 mil millones de dólares desde que se inició la crisis , es decir, el 35 % de su valor. Cifra semejante a la pérdida de los trabajadores chilenos en sus fondos de pensiones.
En este escenario economistas eminentes como Paul Krugman profesor de Economía en Princeton y premio Nobel de Economía piensan que el plan de rescate del sistema bancario de Obama no va a funcionar debido a su apego a las propuestas neoliberales del principal asesor económico de Obama (Geithner)que sigue planteando dejar actuar “la sabiduría del mercado”.
La bancarrota de aseguradoras como Lehman que detonó la crisis y determinó que contra el paradigma neoliberal de que las instituciones económicas ineficientes debieran salir del mercado y que el Estado no de debiera intervenir, ha llevado que como un medio de detener la caída se haya nacionalizado bancos y una industria automotriz sobredimensionada. Así los contribuyentes deban hacer frente a la totalidad de la deuda de los bancos tal como lo hicieron los contribuyentes chilenos en al crisis de 1982 en pleno dominio de la dictadura y sus asesores económicos hoy amparados y protegidos bajo el paraguas de la Unión de Demócratas Independiente UDI (siempre tan hipócritas en sus denominaciones estos tipos). Billones de dólares en deuda que los astutos ganster de Wall Street han traspasado a los bolsillos de los trabajadores americanos.
Entonces es posible que esta aspiración al desastre de los sirvientes del imperio se vea severamente cuestionada porque ya la monolítica imagen única y sin alternativa creada se erosiona a ojos vistas y el pueblo estadounidenses comienza a emerger como actor real en un desarrollo que puede adquirir caracteres no pensados. Los elementos negativos del modelo estadounidense son replicados y multiplicados en Chile, país cuyos gobernantes casi sin excepción han soñado con convertirlo en una réplica del imperio.

Las crisis o el reinado del terror

En una economía no planificada las llamadas crisis económicas son fenómenos ineludibles e imprevisibles. Se trata casi siempre de la acumulación de mercancías invendibles y necesidades insatisfechas. En general su aparición es precipitada por productores que han producido más de lo que pueden vender. Mientras que en formas anteriores de la sociedad el desastre económico era sinónimo de escasez insólita, la crisis hoy es una crisis de sobreproducción. Es claro que este es la manifestación del fenómeno como lo es la posterior transformación de la sobreproducción en su variante opuesta de la escasez, que en la crisis que estamos viviendo es escasez de dinero, dinero transformado súbitamente en un bien escaso (de allí la escalada de intervenciones de parte de los Bancos Centrales para bajar el valor del dinero es decir, las tasas de interés), luego escasez de puestos de trabajo, escasez de bienes de consumo etc., etc.
Desde los años ’70 el mundo ha vivido de crisis en crisis, con origen en los países desarrollados o en los países dependientes. En una sucesión sostenida de la cual la actual es un eslabón que se convierte en la más violenta e imprevisible de los últimos cincuenta o setenta años. Es el reinado del terror. Podemos registrar una secuencia de estos eventos: la crisis monetaria en EE.UU. y la ruptura del patrón oro en 1971; el alza de los precios del petróleo en 1973 y 1979; la crisis de la deuda externa latinoamericana en 1982; el crac bursátil de Wall Street en 1987; las crisis de las cajas de ahorro estadounidenses en 1989; el crac japonés en 1990. Luego vienen las crisis periféricas de fin de siglo: la mexicana (1994), la del sudeste asiático (1997), la rusa (1998) y la brasileña (1999). Y a partir del nuevo siglo otro encadenamiento: el derrumbe de las punto.com en el 2000; las crisis en Turquía y en la Argentina (2001); la quiebras de Enron y World Com (2001 y 2002); las repercusiones financieras del atentando a las Torres Gemelas y de la invasión a Irak. La actual crisis de las subprime (1) que estalla en 2007.
El proceso de insolvencia de los deudores inmobiliarios detonó la quiebra de Lehman Brothers, el cuarto banco de inversiones de EEUU, y lanzó a Wall Street en picada. La mala noticia se suma a la de la quiebra de Bear Stearn y la apresurada compra de Merril Lynch por Bank of America. Previamente, las aseguradoras Fannie Mae y Freddie Mac fueron absorbidas por el estado ante su total insolvencia. Junto a esto, sombríos datos sobre el desempeño de la economía provocaron que el Congreso de EEUU aprobara un plan de rescate inicial de 800 mil millones de dólares. Wall Street vive en un vaivén constante de subidas y bajadas históricas producto de la alta incertidumbre de una economía que no logra tocar piso provocando que los precios de las acciones a la baja no detenga las pérdidas.
Esos íconos críticos, comerciales o financieras, son fenómenos económicos que periódicamente ponen a prueba toda la vida e incluso la existencia de la sociedad capitalista. No son eventos aislados sino que forman parte del desarrollo normal de la sociedad burguesa que los genera porque forman parte de su modo de existencia. El modelo capitalista de desarrollo desemboca inevitablemente cada cierto tiempo en una catástrofe general que afecta a todo el mundo. No es posible que suceda otra cosa cuando el sistema descansa como lo hace el capitalismo en las fuerzas ciegas del mercado y en el imperativo mercantil del lucro y el interés privado. De allí que precisamente la única forma de crear antídotos para detener el desastre es poner en marcha los mecanismos de planificación centralizada, la nacionalización de la banca, es decir la intervención socialista del sistema a través del ejecutor de última instancia: el Estado.
Los capitalistas y sus defensores, políticos y abogados, delincuentes de cuello y corbata no hacen asco en la hora de la desgracia a aquello que continuamente denigran: la intervención del Estado y los sistemas de control social. Y esto obviamente no lo hacen porque súbitamente se conviertan al comunismo sino para lograr que el costo que las crisis que ellos provocan las paguen aquellos a quienes siempre han explotado: las trabajadoras y los trabajadores.
Esta crisis está arrastrando a millones de seres humanos a una pobreza más profunda y derivará como lo declaran personeros de la UNESCO en la muerte de miles de niños en el período. Además está demostrado históricamente que las recesiones han puesto una carga desproporcionada de ella sobre las mujeres al tener éstas empleos más vulnerables, estar subempleadas o desempleadas o carecer de protección social y tener un acceso limitado a los recursos económicos y financieros. Las mujeres dependientes, por ejemplo, que tienen que cuidar a familias completas con menores ingresos o las mujeres trabajadoras que tienen que apoyar a sus familias sólo con sus salarios que, en promedio, son menores que los hombres.
El mismo desolador panorama se incrementa en el ámbito de los jóvenes que en promedio desde la dictadura hasta los gobiernos de la Concertación han tenido una tasa de desempleo de alrededor del 20 %.
La crisis y el fantasma recesivo que ya se manifiesta en Chile un incremento sistemático de la tasa de desempleo y la pérdida de más de un tercio de los fondos provisionales. Se suma a esto el tema de los alimentos básicos con un incremento de precios del 65 % desde el 2006 donde las mayores tasas la han tenido la soja, el trigo y el arroz, siendo esto último parte de la dieta básica de los chilenos.
Otro problema central es la sobreexplotación de los recursos a lo que se suma el abandono de la agricultura que tiene como meta la seguridad alimentaria por la agroindustria capitalista neoliberal destinada en lo esencial a la producción para el mercado mundial. Así los antiguos campos trigueros hoy están destinados a la plantación de pino, la pesca artesanal diezmada por la pesca industrial destinada a producir harina de pescado.
Para resolver el problema de la crisis no hay caminos intermedios: es necesario abandonar el modelo neoliberal creado por el sistema capitalista de desarrollo y su dogma económico basado en el aumento continuo del consumo. Deben incrementarse el reparto del trabajo, socializarse los servicios básicos, recuperar la totalidad del cobre y nacionalizar la banca. En definitiva recuperar la riqueza y la propiedad para quienes producen la riqueza cualquier otra cosa es someterse al reinado del terror que impone la dictadura de la burguesía.

Nota:
(1) Un crédito subprime es una modalidad crediticia del mercado financiero de Estados Unidos que se caracteriza por tener un nivel de riesgo de impago superior al resto de los créditos.


A recuperar el Partido Comunista para los trabajadores y el pueblo

A los militantes comunistas que creen en la revolución como un suceso liberador y justiciero, constructor de una nueva sociedad capaz de superar al modelo neoliberal y su progenitor, el sistema capitalista.
A los que permanecen en el partido y los que se han alejado, pero conservan vivos los nombres y enseñanzas de cientos de hombres y mujeres que lo dieron todo –incluso la vida- por la causa superior de liberar a Chile de la dictadura y construir el socialismo en nuestra tierra.
A los que no renuncian al propósito fundamental por el cual existen los partidos obreros y a luchar por conquistar estas metas:


Se ha descubierto, debido a una demanda judicial acogida y tramitada por el 18 º Juzgado del Crimen de Santiago, que una empresa inmobiliaria ligada a las finanzas del partido tiene orden de demoler el edificio que construyera en Carabineros de Chile 22, a media cuadra del local de nuestro Comité Central. La determinación del tribunal responde a la denuncia de los vecinos, respecto a que en el proceso de construcción fueron vulnerados el espacio de los cimientos de las construcciones aledañas, en flagrante atropello a las normas elementales de edificación. El inmueble de 17 pisos y cuya construcción costó cerca de 3 mil millones de pesos, habría vendido casi la totalidad de los departamentos, pues sólo dispone de uno, el 508, cuyo precio es de UF 2.150.
Aparece a la cabeza de la Inmobiliaria Araucaria, el compañero René Amigo, miembro del Comité Central de nuestro partido y como principal socia inversionista con un aporte de 398 millones de pesos, una funcionaria de la comisión de finanzas, servidora incondicional del grupo que se apoderó del partido y lo controla desde los años ochenta, la compañera Flora Estay. Esta empresa aparece comprándole al partido el terreno, para luego conformar una nueva inmobiliaria (Baquedano) en conjunto con la constructora Varela, a quienes vuelve a vender el espacio en UF 9.291 (unos 190 millones de pesos actuales).
El edificio deberá ser demolido según lo dispuesto por el tribunal y al hacerlo, se habrá perdido todo lo invertido, que podemos suponer provino de los dineros devueltos por el Estado al partido como compensación por el despojo de bienes y equipos perpetrados por la dictadura, las que superan los 12 mil millones de pesos.
Estamos frente a un fracaso de marca mayor para las actividades financieras del partido, que deja en evidencia un estilo de trabajo y de hacer las cosas, no sólo ineficiente, sino revelador de una enorme descomposición. Movimientos financieros ocultos a la militancia, cuyos orígenes y destinos nadie más que el reducido grupo de poder conoce y de los que jamás se rinde cuenta. Existen otros tantos “malos negocios” hechos con recursos del partido y de organizaciones hermanas que confiaron en la dirección de los comunistas chilenos. Todos esos fracasos se han ocultado sistemáticamente y han sido acallados por los funcionarios que conforman un grupo incondicionalmente fiel a quien le paga el estipendio mensual.
Esta descomposición proviene de la ruptura con principios y valores éticos y morales propios de los revolucionarios y la ruptura con el propio objetivo de luchar por la revolución. Es la práctica del peor de los pragmatismos y en muchos casos, llevada a cabo en beneficio propio y extendida a variados niveles, como sucede por ejemplo entre un número significativo de dirigentes sindicales, para los cuales los trabajadores son solamente números para las elecciones de federaciones y confederaciones o para la misma CUT, que les aseguren continuidad en los cargos a los que fueron designados por el grupo interno de poder. Tal actitud hace posible que algunos dirigentes sindicales comunistas consuman regularmente cocaína y hasta podrían perfectamente estar involucrados en micro tráfico.
Este escenario surgió frente a la pasividad con que miles de militantes hemos permitido que un pequeño grupo mantenga el control total de la organización y engañe a cientos de nuevos militantes que no conocen la historia y trayectoria, la vida interna y los métodos revolucionarios que deben caracterizar a un partido comunista. Tampoco conocen el listado de sospechosos “errores”, cometidos tanto en dictadura como en los últimos 19 años, de quienes ostentan las máximas responsabilidades de dirección en el partido.
En las actuales condiciones orgánicas internas y con el grado de descomposición denunciada, es imposible contar con un partido comunista que se aboque de lleno a luchar con los explotados y marginados frente al azote que acarrea la actual crisis económica. Se habrán cumplido así las orientaciones de los Documentos de Santa Fe para neutralizar a los partidos comunistas sin exterminarlos físicamente. No contamos con nuestro partido como un instrumento orgánico y político de lucha, cuando el grupo de poder, tolera y promueve la descomposición, busca solamente la llegada al parlamento de un par de dirigentes y, para lograrlo, renuncia al sagrado derecho de rebelión que tienen los oprimidos.
Ante esta situación, llamamos a recuperar el partido para el propósito que fue creado. Es la hora de exigir que se vayan los que se adueñaron de la organización y se atornillaron en sus cargos. Los comunistas debemos hacer que se vayan quienes practican la connivencia con elementos de corrupción, tanto dirigentes como funcionarios menores. Tenemos que sacar de sus cargos, y si es preciso del partido, a quienes lo dirigen en beneficio propio dejando de lado los intereses del pueblo y los trabajadores.
Lo exigimos en nombre de nuestros héroes y mártires, constructores y defensores del patrimonio del partido, malversado por un pequeño grupo de poder.
Lo exigimos en nombre del pueblo.

Consejo Nacional de Comités Comunistas de Chile
Santiago, 2 de abril de 2009.

Recuerdos de Abril
Tito Alvarado, desde Canadá.


En la penumbra del recuerdo me vienen a la mente los momentos en que dos de los mayores de mis hermanos, Gustavo y Rafael, salían alegres a participar en la protesta del Primero y dos de abril de 1957. De aquella protesta nos quedó el nombre de Alicia Ramírez, impactada por una bala asesina disparada por un carabinero. Nos quedó también el alza en la lucha de todos. Más tarde Allende sería candidato a la Presidencia por segunda vez.
Era el tiempo en que las reuniones y las protestas servían para algo, era el tiempo en que la gente sabía que era gente y como tal debía tener derechos, pero había que luchar para que se respetaran. Eran también los tiempos en que los revolucionarios no tenían miedo ni vergüenza de luchar, esgrimiendo sus verdades. No se trataba de luchas por una silla ni por migajas ni acomodos al sistema que nos mata, sino lucha por soluciones y por un cambio de sistema, en definitiva por el socialismo.
Abril comienza 51 años después y mucho, pero mucho ha cambiado sin que nada, pero nada haya cambiado para los que sufren la vida dependiendo de la venta de su fuerza de trabajo.
Este Primero y dos de abril quizá haya quien recuerde esa fecha y esa lucha de ayer, quizá yo tenga el nada halagüeño mérito de ser el único que lo recuerde, quizá se levanten voces por sus derechos. Quisiera creer que este abril comienza una nueva etapa para los excluidos, no hablo de los excluidos del Congreso nacional, sino de los excluidos sistemáticamente por el sistema.
En estos días hay en Chile unos apoltronados calentando asientos y diciendo sus palabras de buena costumbre a los micrófonos y a las cámaras. ¡Pobre gente! no sabe que el camino del infierno está pavimentado de buenas intenciones. ¡Pobre gente! aún no les cae la teja de que la crisis no tiene otra solución que la que imponga la gente en la calle. Nada sacan sus bancos ni sus ejércitos ni sus palabras, algo ha cambiado y ese algo será total o será mortal.
En este abril del año 2009, el 20 exactamente comienza la cuenta final del mundo. O si preferimos en esa fecha tendremos la certeza de que las veinte “economías” más “pujantes” del mundo no han podido encontrar la salida. Lo cual nos demuestra que no siempre la gente que sabe está donde es necesaria y que muchas veces el poder es asunto de ignorantes, viejos zorros en las malas artes de llegar al poder y conservarlo, pero a la hora de las crisis estos zorros se comportan como zorrillos, apestan y nada aportan. El 20 de abril sabremos que la crisis es global y que seguiremos hundiéndonos, a menos que despertemos y cada uno determine asumir su destino junto a los demás que son sus iguales.
En el edén llamado Chile el 4 de abril la izquierda que lucha tendrá un encuentro definitorio. No están soñando ni jugando a ganar un sillón ni se les puede acusar de venderse ni vender nada. Lo que salga de allí, pienso, creo, será un remezón y comenzar a tomar las armas: las de la crítica, las de la organización, las de influir confianza, las del conocimiento, las de la gente en pie de lucha. El 18 de abril la otra izquierda, la misma que en estos días se ha pegado el tremendo palmazo en la frente, la que recién ahora despierta a la realidad: la derecha no votó por ellos en el pacto por omisión ni está dispuesta a entregar los distritos emblemáticos, donde esta izquierda tiene certeza de ganar.
Falta que les caiga el palmazo, la teja o el ladrillazo de que la única alternativa es la lucha y que no hay negociación que valga si no es con la gente en la calle. Lo que si sabemos es que de esta reunión saldrá en candidato único de ellos y será nada menos que un camaleón de apellido con dos eres.
Para el mundo una fecha marca el fin de algo que nos ha conducido a este atolladero y el inicio de algo que nos libera o nos terminará de matar.
Para Chile la primera fecha marca un comienzo con todos los que luchan. La otra fecha tiene los vicios de que ya se sabe en qué terminará.
En este trance pudiera darse que la cordura imponga la única vía posible: los que no tenemos nada, tenemos derecho a soñarlo todo y esos sueños se conquistan con la lucha social.

NACIÓ EL MOVIMIENTO DE LOS PUEBLOS Y LOS TRABAJADORES (MPT)

Por Andrés Figueroa Cornejo

1. Movimiento de Pueblos y los Trabajadores (MPT) se llama el novísimo instrumento político federativo que nació durante el Encuentro Unitario de empeños anticapitalistas de Chile realizado el 4 y 5 de abril, en Santiago, en las dependencias del Sindicato de Trabajadores de Madeco.

2. Contra la indecisión, la indiferencia, las maquetas y los remedos. Contra la dispersión destructiva y añosa de las iniciativas políticas y sociales de inspiración revolucionaria pequeñas y menos pequeñas. Contra la apatía, la alienación abrumante, las traiciones, el acomodo, el cinismo y los disfraces. Contra la desesperanza paralizante, el sectarismo, la impotencia; contra el horror y los enemigos históricos y bien armados. Sobre todo, contra los patrones, los pocos dueños de todo; el capital y el capitalismo; contra la maldición de una sociedad de clases; contra la soledad, el abandono; contra la burguesía y el imperialismo, contra el actual orden de las cosas. Por la unidad necesaria de los que luchan de manera invisible y localmente, y los que protagonizan movimientos más amplios y estables. Porque siempre los pueblos y los trabajadores viven en crisis, pero la actual se viene con especial bronca y violencia sobre los desheredados, y si no se atan los empeños existentes, la resistencia y luego la ofensiva son escenarios imposibles. Porque Chile está flagelado por la desigualdad más insultante, y hegemoniza –transitoriamente- un bloque en el poder formado por los dueños contados del país y sus representantes políticos bien distribuidos entre la Concertación y la Alianza por Chile. Porque la alta concentración de la propiedad y la riqueza es apabullante e indiscutible, y los trabajadores y el pueblo son pura clientela, consumidores, mercancía explotable a precio de bodega, pero nunca personas y mayoría social que define en conjunto su destino. Porque desde que comenzaron los gobiernos civiles hace casi 20 años, abajo las cosas han permanecido tal cual las dejó la dictadura. ¿Qué ya no hay tanta represión y la gente se puede reunir libremente? Sí, hasta que el movimiento popular no constituya una variable que inestabilice la paz social que precisa el puñado que manda para continuar abultando sus privilegios. Aunque cada 4 años los inscritos en los registros electorales –que se desploman tendencial y verticalmente en tanto pasan los años- puedan marcar una papeleta por algún representante impuesto por los que dominan y uno que otro representante de la izquierda tradicional, las cosas no varían porque simplemente no existe el movimiento real de los pueblos y los trabajadores capaz de presentar combate político y social contra la clase que ordena. Por estas y otras razones, se cobijaron en el edificio del histórico Sindicato Madeco –organización de resistencia durante el golpe militar de 1973 y durante los duros años 80 - más de 300 delegados de 80 agrupaciones de Santiago, Concepción Valparaíso, Coquimbo, Los Lagos, Valdivia y Temuco. Para organizar el descontento. Con vocación de mayorías y de poder. Con voluntad de lucha y unidad. Para colaborar en la dinamización de la lucha de clases en Chile; ese viejo combate entre capital y trabajo, entre explotados y explotadores, entre los dueños de los medios de reproducción de la vida y los que sólo poseen su fuerza de trabajo para sobrevivir, con el objetivo estratégico de construir una sociedad donde la felicidad humana, la racionalidad colectiva y no la ganancia patológica; la cultura y las ciencias; el bienestar de la humanidad y la naturaleza en convivencia amigable, lejos del lucro y la depredación; la fraternidad, la igualdad y la libertad gobiernen las relaciones sociales.

3.. Los delegados se distribuyeron en equipos de discusión donde se abordaron los aspectos centrales del empeño político nuevo en materia de principios, plataforma de lucha y orgánica. Los principios capilares sancionados fueron el anticapitalismo, el antiimperialismo, el internacionalismo, el latinoamericanismo: el empleo de todas las formas de lucha –dictadas por el contexto, las relaciones de fuerza, los estadios de la lucha de clases-; los derechos humanos en sus dimensiones económicas, sociales y políticas; la independencia política de los intereses de la clase trabajadora y los pueblos respecto de la burguesía y sus partidos políticos (y de quienes realicen pactos o alianzas con ellos), y del Estado. La plataforma de lucha y aspectos programáticos constituyen una batería, por una parte, de las demandas más acuciantes para los expoliados, y por otra, de titulares de transformaciones profundas y estructurales. Por la estatura, responsabilidad y documentación que requiere la construcción de un programa lo más terminado y coherente posible se convino realizar un Congreso Político-Programático en el menor plazo posible, sin que ello impida tener planteamientos claros frente a puntos ligados a la educación, la salud, el trabajo, la vivienda, el medio ambiente, la soberanía alimentaria, el rol de la FFAA, las nacionalizaciones estratégicas, la propiedad de la tierra, etc. En el ámbito orgánico se convino que la Asamblea Plena es la autoridad máxima del instrumento político, y se acordó una Mesa Coordinadora (federativa, revocable y acotada en el tiempo) de carácter ejecutivo que resuelva aspectos vinculados al modo de articular el trabajo a nivel nacional, regional y comunal; las comunicaciones, las finanzas y la agenda de lucha democráticamente resuelta.

4. La coyuntura nacional a comienzos de abril está sintetizada por la caída de la actividad económica en casi un 4 % en febrero; las proyecciones de un desempleo superior al 10 % el 2009 y 2010 para Chile según The Economist; el escándalo de la confabulación sobre los precios de los medicamentos de las tres cadenas farmacéuticas que se distribuyen el mercado nacional; que finalmente Frei Ruiz Tagle ganó las primarias -de más flaca participación en lo que va de gobiernos civiles- para postularse como candidato presidencial de la Concertación; y la embestida de la derecha de la Concertación que respondió insatisfactoriamente a la propuesta de la izquierda tradicional en materia de cupos parlamentarios para posibilitar la ampliación política del Congreso hacia ese sector, y la negativa parlamentaria respecto de que los dirigentes sociales pueden ser, al mismo tiempo, candidatos a diputados. Ahora se agrega el nacimiento del Movimiento de los Pueblos y Los Trabajadores.

5. Ha pasado demasiado tiempo; se han tenido que destruir muchas desconfianzas, traumas, mitos y terrores; solucionar muchos entuertos menores y relativamente mayores; y mil dificultades de profundidad telúrica tanto para la izquierda anticapitalista planetaria, como criolla, para llegar al punto de arranque del dínamo político que colabore protagónicamente en la reconstitución del movimiento popular, de las fuerzas sociales necesarias para transformar radicalmente el capitalismo en Chile. El empeño de la unidad de los que luchan y que provienen de diversos afluentes políticos de la izquierda anticapitalista chilena (famosa mundialmente por su multiplicidad de expresiones) ha sido una tarea de años que recién comienza a cuajar. Por fin termina el prólogo y comienza una caminata –llena de dificultades, pero también de esperanzas- que, para entenderse en perspectiva y con horizontes de poder, será un proceso complejo, irregular, abundante de altibajos, con disonancias, contradicciones no antagónicas, roces y afinidades. La unidad política de cualquier empeño recién amanecido es un derrotero más que un punto de partida matemáticamente diseñado. Las luchas concretas, la comunidad paulatina y creciente de los intereses de los pueblos y los trabajadores, el mestizaje fraterno y limpio en el territorio social, el trabajo inagotable y compartido, son parte de la construcción de la unidad política. Pero lo más importante de un instrumento político que busca el establecimiento de una sociedad sin clases, es alcanzar tramados profundos y desde abajo con las grandes mayorías castigadas por el capital. Un instrumento político puede ser incluso la síntesis de los mejores hijos del pueblo; sin embargo su validación y posibilidades de triunfo como fuerza que orienta-participando tienen que ver con la alta sintonía política y de sentido que alcance con el movimiento real de los explotados. ¿Cuál será la lucha extendida, de masas, la que haga temblar los pilares todavía sólidos de la clase que domina en Chile, y donde el Movimiento de los Pueblos y los Trabajadores ponga la cabeza, las manos y el corazón para probarse como fracción organizada de los intereses de los más? ¿Con qué fuerzas se cuentan, dónde están los eslabones más débiles del capitalismo chileno, qué demanda popular será –por menuda que parezca- la que gatillará el descontento multidimensional de clase acumulado durante tantos años, y agudizado por la actual crisis económica?

6. El Movimiento de los Pueblos y los Trabajadores tiene por delante una tarea titánica. Es urgente y es antigua como la rebeldía. Es de panes, convicciones, madera, combate, humanidad, cabeza y empuñadura. Viene de los tantos y tantas que ofrecieron su vida en lo oscuro por la emancipación, que hicieron añicos el egoísmo antes de que Chile se llamara así. Tiene de los libertadores de la Primera Independencia y sus sombras fabulosas; de Recabarren, Clotario Blest; de quienes formaron la Unidad Popular como una táctica para llegar a una sociedad de iguales y libres. De los que cayeron en ese tránsito y de los que aún están y se mantienen sin precio y la voluntad intacta. De los que resistieron la dictadura en la hora peor y de los que se incorporaron a la lucha en los 80. Tiene de los que partieron a combatir por la liberación de otros pueblos y de los que hicieron su servicio militar en el patio de las poblaciones del país, secretamente, para enfrentar la tiranía. De los dirigentes sociales de entonces y de los que empiezan hoy a ofrecer sus primeras luchas a la cabeza de sindicatos, organizaciones populares, centros de alumnos, peleas medioambientales, contra cualquier discriminación, contra toda injusticia. Ahora la rebeldía debe acerar su organización federada y convertirse en alternativa popular; ser cada día más, ser cada día mejores. Aunque todo parezca igual que ayer, ya existen en Chile varios cientos de corazones que caminan, desde distintas rutas, hacia el mismo lugar. El único territorio posible contra la barbarie del capitalismo.

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