LOS CONSEJOS COMUNISTAS DE CHILE repudiamos el golpe de estado perpetrado en Honduras por el Ejército de ese país centroamericano contra el presidente constitucional Manuel Zelaya, el secuestro de su persona y su expulsión arbitraria del territorio nacional, ejecutada por efectivos militares.
Honduras es una nación que por años ha sido víctima de dictaduras castrenses y múltiples intervenciones de Estados Unidos, varia de ellas militares. Durante los años 80 el gobierno de Ronald Reagan financió escuadrones de la muerte y paramilitares con el fin de eliminar “cualquier amenaza comunista” en ese país. Hoy existe una base militar estadounidense instalada en su territorio con el pretexto del combate al narcotráfico.
Las fuerzas conservadoras de Honduras venían sometiendo al presidente Zelaya a ataques cada vez más fuertes por su relación con los países del ALBA en particular con Venezuela y el presidente Hugo Chávez. Ahora entraron en acción, apelando al último recurso que históricamente los sectores reaccionarios esgrimen contra los pueblos cuando estos avanzan en procesos que objetan sus privilegiadas posiciones de poder y de apropiación de las riquezas: la utilización de las fuerzas armadas, para contener el avance popular. Una vez más, en una práctica que algunos creían desterrada del continente, una confabulación de sectores oligárquicos, empresarios y militares, con la participación probable de agentes externos, lanza a las fuerzas armadas contra el pueblo indefenso.
El pretexto supuestamente legal para el golpe fue la prohibición de un juez local a la realización de una consulta popular que se realizaría hoy domingo, que buscaba sondear la disposición del pueblo hondureño, para que en los comicios electorales de noviembre próximo, los votantes emitiesen además de los sufragios para elegir Presidente de la República, alcaldes y diputados, una cuarta cédula respondiendo en apoyo o rechazo para convocar a una Asamblea Constituyente. La consulta no tenía carácter vinculante, por tanto sus resultados no obligaban a que si era aprobada la iniciativa de incluir aquella votación adicional para las elecciones de noviembre, fuera materializada. En la práctica, era sólo una encuesta de opinión para conocer el grado de acuerdo o no con iniciar un proceso para modificar la Constitución. Se pretextó que el presidente Zelaya no habría acatado la prohibición del juez, respaldada por la Corte Suprema de Justicia de Honduras y esta última, ratificó la “ilegalidad” de la consulta que insistía en realizar el gobierno.
El poder económico llegada la hora no se fija en detalles.
Nos sumamos a la exigencia internacional para que el presidente Manuel Zelaya sea reintegrado a su cargo constitucional hasta el término de su mandato.
Llamamos a detener la represión sobre el pueblo hondureño y las organizaciones sociales y sindicales contra los cuales siempre arremeten quienes quebrantan las constituciones de sus países cuando las emprenden contra su pueblo, arrastrados por la misma determinación criminal que les lleva a romper la institucionalidad que juraron respetar y defender.
Tememos fundadamente por la vida e integridad física de los dirigentes populares, de los líderes progresistas y que los militares y empresarios sometan al pueblo hondureño a un baño de sangre, por lo que llamamos a todas las personas de vocación democrática, a quienes luchan por la libertad y la justicia, a los ciudadanos que perciben en este golpe de estado una agresión contra el pueblo hondureño, similar a la sufrida por los chilenos el 11 de septiembre de 1973, a desarrollar medidas que expresen el rechazo a los golpistas y a los usurpadores del gobierno y que exijan el regreso del presidente Zelaya, como la aplicación de disposiciones que protejan a las organizaciones populares hondureñas, a sus dirigentes y los colaboradores del mandatario constitucional.
Apoyamos a los miles de hondureños que permanecen en las calles y a los que se trasladan a Tegucigalpa para exigir el retorno del presidente electo.
Llamamos al gobierno de la Concertación por la Democracia no sólo a pronunciarse en rechazo a este golpe, sino también a emplear todos los mecanismos diplomáticos y políticos a su alcance en defensa del pueblo de Honduras y del Presidente Zelaya.
Consejo Nacional de Comités Comunistas.
Santiago, 28 de junio 2009
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