Estimados compañeros:
En diciembre de 2008 hemos realizado este Primer Encuentro Regional Metropolitano de Comités Comunistas, con la participación de un número muy importante de comunas, con sus respectivos delegados, generando una discusión amplia, abierta y fraterna, que realizó un análisis profundo de la crisis actual que vive el Partido Comunista de Chile y tomó importantes resoluciones sobre el accionar que deben tener los Comités Comunistas en torno a ella y la situación nacional e internacional que deja ver la llegada de una crisis económica profunda y la inexistencia de una herramienta que dirija las luchas del pueblo y los trabajadores.
En cuanto a la recién pasada elección municipal, se constató que el Partido Comunista bajó su votación, aunque logró elegir concejales en algunas comunas de mayor importancia que en las elecciones anteriores. En cuanto a los alcaldes, mantuvo sus cuatro representantes, reeligiendo a los alcaldes de Diego de Almagro y Til-Til, reemplazando al anterior por su hijo en La Ligua y cambiando Canela por Pedro Aguirre Cerda. En el caso de Canela, el alcalde Nathan Trigo fue derrotado por el ex alcalde, quien fue como candidato independiente apoyado por el PPD.
Otros tres alcaldes elegidos por el Juntos Podemos Más fueron un humanista en Yumbel, un socialista pro Navarro en Lota y un demócrata cristiano descolgado en Illapel, lo que no produce una mayor fuerza alternativa.
La Concertación y la derecha también bajaron su votación, mientras los únicos que aumentaron fueron los no inscritos, los que no votaron y los que entregaron su voto en blanco o anulado, lo que porcentualmente se acerca al 50% de los chilenos en edad de ser ciudadanos.
La dirección del Partido Comunista produce una acelerada convergencia hacia la Concertación, bajo el lema de la lucha contra la exclusión y ya no por transformar el sistema electoral binominal, prefiere negociar unos pocos cupos parlamentarios a cambio de apoyar abiertamente al presidenciable de la nueva derecha en segunda vuelta. “Parar a la derecha” es la consigna, pero se olvida que la derecha actual comienza en la Concertación misma, que ha sido el mejor administrador de la herencia dictatorial y ha profundizado las medidas neoliberales en Educación, Salud, Vivienda y Trabajo.
La actual dirección sigue aprovechando el prestigio del antiguo partido para desarrollar una política entreguista y de conciliación de clases, dictando órdenes a las bases como si los militantes no tuviesen capacidad de razonar y sacar sus propias conclusiones. Lo más doloroso es que se sigue faltando el respeto a la memoria y la lucha dada por tanto compañero que entregó su vida defendiendo al Partido y al Pueblo. Se continúa traicionando a la clase trabajadora con el fin único de satisfacer mezquinas ambiciones personales, recibiendo las migajas que les puede otorgar el régimen.
La crisis económica internacional, y sus consecuencias a nivel nacional, crearán en el 2009 un escenario propicio para la agudización de la lucha social y sindical. Sin embargo, mientras las condiciones objetivas se acumulan, la inexistencia de una herramienta que dé conducción a los trabajadores y al pueblo evita que las condiciones subjetivas jueguen su rol. No hay capacidad de conducción de un estallido social en este momento, por lo que a los comunistas de verdad les corresponde organizar, unir y luchar junto al pueblo.
Creemos que ya no es el tiempo para luchas intestinas ni fraccionales, como tampoco para buscar salidas cupulares. Hoy es el momento de hacernos carne en la masa, de acentuar el trabajo social y sindical al que la dirección ha ido dejando de lado. Desde los sindicatos, las juntas de vecinos, las organizaciones sociales y los estudiantes debemos construir la herramienta social y política que sea capaz de proponer una real alternativa a los chilenos.
Se resuelve que la Revista Principios pase a ser el órgano oficial del Consejo Nacional de Comités Comunistas, masificándose y ayudando en la discusión y educación ideológica que necesitan los trabajadores y los militantes comunistas. Junto a la Revista Principios se desarrollará un trabajo semanal de propaganda.
Los Comités Comunistas desarrollarán un trabajo integrado del colectivo, sin dividir a la militancia entre jóvenes y adultos, que responderán a una sola dirección, comunal, regional y central. El Centralismo Democrático será clave en buen desarrollo del Partido. Las decisiones se elaborarán desde las bases y los cargos dirigentes serán elegidos sin prelaciones provenientes de organismos superiores. La unidad de acción se consigue por el convencimiento cabal de las políticas justas del conjunto del Partido, tras una discusión amplia, abierta y fraterna. Los militantes serán expulsados sólo por corrupción y traición, no por opinar distinto al interior del Partido.
El Partido es de la clase obrera, por tanto proponemos que en cada nivel de organización debe existir un 60% de obreros manuales. Cada territorio desarrollará su orgánica dependiendo de sus características y necesidades, pero a la vez debe existir una orgánica general que debe estar al servicio de la unidad de acción y el fluido de información y orientaciones generales.
En lo orgánico, se resuelve conformar un regional metropolitano con dos zonales, norte y sur, y el resto del país dividido en dos grandes regionales: Chile-Norte y Chile-Sur.
Resolvemos la creación de una vocería nacional. El pueblo debe sentir que existe un partido dispuesto a asumir la toma del poder sin ambigüedades. Se debe hacer sentir la presencia de un partido revolucionario, pasando de la teoría a la práctica. Recuperaremos, del tronco histórico del Partido Comunista de Chile, la mística, la solidaridad, el compañerismo, la honestidad y los valores humanistas. Desarrollaremos un concepto de ver y transformar el mundo distinto, que se construya desde la base del pueblo y los trabajadores.
Resolvemos profundizar la creación de Comités Comunistas en todo el país, desde el nivel comunal, sectorial y regional, ayudando a dar un cuerpo más fuerte al Consejo Nacional de Comités Comunistas, que estarán integrados por compañeros y compañeras que continúan militando en el Partido Comunista de Chile, quienes han sido alejados de la militancia y otros muchos que han decidido “irse para la casa” desencantados por la actual conducción derechizante. Así mismo, seguiremos apoyando todas las formas de organización que se han ido dando aquellos militantes que han optado por construir herramientas diferentes, como partidos con existencia local o movimientos transversales que incluyen a otros sectores y aportan a la lucha social y política.
En el mismo sentido, decidimos apoyar y aportar en la construcción de un movimiento amplio de izquierda que se una en torno a un programa mínimo, que contemple como necesidad principal la realización de una Asamblea Constituyente para la creación de una nueva Constitución Política, surgida por primera vez desde la base misma del pueblo chileno.
Junto con el movimiento social y sindical, apoyaremos la realización de un paro nacional de protesta contra las alzas, la cesantía, la superexplotación de los trabajadores, por el fin de las AFP y la Asamblea Constituyente.
A formar Comités Comunistas por todo Chile
A organizar y unir a los trabajadores y el pueblo
A luchar por una Asamblea Constituyente y una nueva Constitución
Todo el poder para el pueblo
Consejo Nacional de Comités Comunistas
Enero 2009.
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