miércoles, 9 de junio de 2010

La Crisis Global y la Cesantía en Chile

Por Jorge Bustos
Presidente Congemar



El 31 de mayo de 2010, El Mercurio de Valparaíso daba a conocer las cifras de desempleo, las cuales vienen a afirmar el retroceso de la cesantía en nuestra región, cuestión que parecería ser definitiva y que, de aquí para adelante, los problemas de la falta de trabajo en nuestra zona y el país se empezarían a terminar. ¡¡Mentira¡¡ y nada más alejado de la realidad son los datos usados por este medio para dejar un rato tranquilo al imaginario colectivo que sólo se conforma con leer los titulares.
Chile, al igual que todos los países con economías abiertas, depende del desarrollo y crecimiento de la economía de otros países, y esto tiene que ver con la posibilidad de las ventas de nuestras materias primas y mercancías elaboradas en mercados internacionales. Dichas ventas dependerán de la capacidad de consumo de los países con los cuales mantenemos relaciones comerciales activas y esa capacidad de consumo está ligada íntimamente, guste o no, al tema del empleo y la cantidad de consumidores con trabajo.
En ese contexto, los deseos de los vendedores de ilusiones se destrozan y contradicen con la realidad. La cesantía en la Comunidad Europea ha alcanzado un 10,1% promedio, debido a la crisis mundial, y la situación en EEUU, con más de 6 millones de desocupados, es más que preocupante. Claramente estamos frente a un reflujo de la crisis mundial. Los datos de crecimiento del PIB en los países de Europa en particular no superan, en promedio, el 1%.
Sin ser economista, se puede aventurar que no se resolverá el tema de la cesantía en nuestro país, dado los datos anteriormente enunciados sobre los crecimientos proyectados. Todo esfuerzo será vano para superar la hoy cesantía estructural, de Chile, si no se generan políticas económicas estratégicas que apunten a desarrollar las ventajas comparativas de nuestros vecinos y propias, para la producción de mercancías con valor agregado para su venta a otros continentes.
Así las cosas, hablar de un repunte en la empleo aparece como un despropósito, cuando el mismo 31 de abril del presente año se terminaron todos los contratos por temporada en el ámbito de la industria portuaria, al igual que en la agro industria y los obreros y obreras del campo (temporeros), de nuestra región.
Las bravuconadas de algunos ejecutivos sobre un aumento de un 35% en tonelaje transferido por el puerto de Valparaíso no es más que la consecuencia del atraso de la temporada hortofrutícola de nuestro país, pero en nada modificará la tendencia a la contracción del comercio internacional, que se empeora con la caída en crisis y depresión del viejo continente y su hijo menor EEUU.

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